Los pensionistas y funcionarios lusos recuperan la paga extra tras años de vaivenes

Efe

ECONOMÍA

El Gobierno compensará esos cerca de 1.300 millones con un recorte de 800 millones en todos los servicios públicos

19 abr 2013 . Actualizado a las 02:30 h.

Después de cuatro normativas diferentes y dos sentencias del Tribunal Constitucional en menos de dos años, los pensionistas y funcionarios de Portugal -un tercio de la población del país- recuperarán sus dos pagas extraordinarias este año. Forzado por el fallo del Constitucional contra la supresión de la paga de verano, el Gobierno conservador luso aprobó hoy pagarla en noviembre tras un maratoniano Consejo de Ministros que se prolongó hasta altas horas de la madrugada. En la misma reunión, el Ejecutivo también resolvió mantener el abono de la extra de Navidad distribuida proporcionalmente en los 12 meses del año.

El revés del Constitucional, divulgado el pasado 5 de abril, a la intención del Gobierno de eliminar la extra de verano para ahorrar cerca de 1.000 millones, fue recibida con alivio por los pensionistas y funcionarios, blanco de numerosos recortes en los últimos años. Desde que Portugal inició el programa de ajustes del rescate financiero, en mayo de 2011, ese colectivo cercano a los 3,5 millones de personas en un país de 10,5 millones, ha pasado por cuatro normativas diferentes.

En junio de 2011, nada más asumir funciones el Ejecutivo conservador de Pedro Passos Coelho, se decretó un corte en el subsidio de navidad del 50 % para todos los trabajadores con ingresos superiores al salario mínimo (485 euros mensuales). En los presupuestos de 2012, el Ejecutivo decidió profundizar los recortes a funcionarios y pensionistas y aplicó una reducción progresiva de las dos pagas extra anuales, la de verano y navidad, que las anulaba por completo a partir de ingresos mensuales de 1.100 euros. Las medidas iban a estar en vigor al menos hasta 2015, cuando supuestamente acaba el programa de ajustes del rescate financiero luso. Sin embargo, en julio de 2012 el Constitucional consideró esos recortes salariales discriminatorios por no afectar al sector privado y los prohibió, aunque no impidió su aplicación ese año para no poner en riesgo los objetivos fiscales del país.

En los presupuestos de 2013, el Gobierno optó por no discriminar a nadie al aplicar una subida de impuestos al salario de todos los trabajadores, pero suspendió también una paga anual a los funcionarios y pensionistas. Además instauró un sistema de pago fraccionado mensual de la otra paga extra, tanto en el sector público como en el privado, para que la subida de impuestos se sintiera menos en el salario neto.

Sin embargo el pasado 5 de abril, a instancias del presidente luso, el conservador Aníbal Cavaco Silva, y de varios partidos que dudaban de la legalidad de la medida, el Constitucional volvió a considerar la suspensión de la paga discriminatoria y la anuló. Dos semanas después, el Ejecutivo ha rectificado y, aunque mantiene el pago fraccionado de la paga de Navidad, abonará entera la correspondiente al verano, pero en noviembre y no en junio.

La restauración de la paga de funcionarios y pensionistas generó un «agujero» en los presupuestos del Estado para este año cercano a los 1.000 millones que se sumó a otros 300 millones por la anulación judicial de otro corte del subsidio de enfermedad y desempleo. El Gobierno anunció hoy que compensará esos cerca de 1.300 millones con un recorte de 800 millones en todos los servicios públicos y con la «reprogramación» de fondos europeos y proyectos de inversión de sociedades de capital público y privado, entre otros ahorros no detallados que deben sumar 500 millones más.