El FROB iniciará esta semana la venta de Catalunya Banc

Rubén Santamarta Vicente
Rubén Santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El interés por la operación es limitado, mientras el Estado duda si colocar la entidad completa o en trozos, y dar más ayudas

27 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La subasta con la que se pondrá un punto final a la reestructuración financiera (con permiso de Bankia) está a punto de arrancar. La venta de Catalunya Banc (o Catalunya Caixa, CX, que es su marca comercial) se iniciará previsiblemente a lo largo de esta semana, según las fuentes financieras consultadas, con el objetivo de cerrarla de forma exprés, en julio. Pero con interés bastante limitado, concentrado en los tres grandes nombres del sector -Santander, BBVA y Caixabank- y con dudas en la operación: cómo se venderá el banco, entero o por trozos; y si habrá o no ayudas extra.

Hay dos alternativas sobre la mesa del FROB: o colocar la entidad entera, como un solo bloque; o dividirla. Esto es, vendiendo por un lado la red exterior (incluye la red gallega, con 6 sucursales), la no catalana; y por otro, el corazón financiero, es decir, el negocio de su comunidad de origen, donde están sus clientes más fieles. Esta semana el FROB despejará esta duda a quienes se han interesado.

Mientras el negocio en Cataluña parece algo reservado para los tres grandes, para la red exterior hay al menos dos ofertas: la del Banco Popular y la del fondo estadounidense Apollo (actual dueño de Evo, antigua filial de Novagalicia). Ambos pedirán al FROB algún tipo de respaldo en sus propuestas de compra, sobre todo para blindarse ante la posible morosidad latente. La adquisición parcial comprende la propia oficina, el negocio bancario y el traspaso de plantilla.

Sanear el balance

Otras fuentes apuntan a que el FROB, paralelamente, está tratando de colocar en el mercado una cartera de 8.000 millones de euros en créditos hipotecarios para limpiar Catalunya Banc. Si se llega a ejecutar esta operación -que tampoco parece despertar un interés especial-, es posible que el Estado quiera seguir con la venta en bloques separados, coinciden fuentes conocedoras de la operación. Si no se consigue cerrar algo de todo esto antes, se irá a la subasta completa de la entidad.

Está por ver si el FROB acepta dar algún tipo de muleta para la venta de una entidad que ha requerido más de 12.000 millones de ayuda pública desde el 2010, cuando nació, fruto de la fusión de tres cajas catalanas, y que arrastra serios problemas vinculados al ladrillo. Tiene, en todo caso, unos 5.000 millones latentes en bonificaciones fiscales. «Sin ayudas extra no habrá interés, pero el Estado no se puede permitir un tercer fiasco con esta operación», cree un analista financiero. Porque ya se intentó la puja en dos ocasiones anteriores, durante el 2012, y no fructificó. Sería un borrón importante para el Gobierno, que presume ahora de estar dejando atrás la crisis bancaria.