Washington y París se enfrentan por la multa de EE.UU. al banco galo BNP

victoria toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

ECONOMÍA

04 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Francia, con su presidente a la cabeza, ha salido en defensa del primer banco galo, BNP Paribas, en el enfrentamiento que este mantiene con las autoridades estadounidenses. El Gobierno de Washington acusa a la entidad gala de haber hecho negocios con compañías de países sobre los que EE.UU. ha establecido un embargo como Sudán, Cuba e Irán. Las autoridades norteamericanas llevan varios meses investigando este asunto y negociando una multa con BNP. Pero en los últimos días se ha filtrado que la sanción sería de 10.000 millones de dólares (7.300 millones de euros) y a ella se unirían otras penalizaciones que podrían ocasionar graves problemas no solo al banco sino también a la economía francesa.

Ayer, el ministro galo de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, dijo en una entrevista: «Si hubo una falta por parte del banco es normal que haya una sanción, pero esa sanción debe ser proporcionada y razonable. Y la cifra de la que se está hablando no es razonable». Poco más tarde, el Eliseo difundió que el presidente francés, François Hollande, tratará esta cuestión en una cena en la que coincidirá mañana, jueves, con Barack Obama con motivo de la celebración del 70 aniversario del desembarco de Normandía.

Prohibido operar en el país

La sanción añadida a la posible multa de 7.300 millones sería la prohibición temporal a BNP para operar en Estados Unidos y realizar transacciones en dólares desde o hacia el país. En el primer caso, el banco francés realiza un 10 % de su negocio en Estados Unidos y tiene allí más de 15.000 empleados cuyos puestos de trabajo estarían en peligro. Pero aún más grave para BNP sería la imposibilidad de realizar transacciones en dólares porque eso podría llevarle a perder a la mayor parte de sus clientes institucionales.

Como BNP es el primer banco francés por capitalización bursátil, la situación sería peligrosa no solo para la propia institución financiera sino que podría incidir muy negativamente en toda la economía francesa y, por extensión, en la de la UE que no ha acabado de superar la crisis.