
Agricultura calcula una sanción de más de 80 millones por no ajustarse a la cuota láctea marcada, algo que no sucedía desde hace casi 10 años
28 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Tres décadas después de su implantación y con fecha fija de desaparición el 31 de marzo de 2015, las cuotas lácteas seguirán siendo un quebradero de cabeza para los ganaderos gallegos hasta el último día mismo de su existencia.
Tanto es así, que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente acaba de publicar un informe en el que da por hecho que durante la presente campaña láctea, Galicia superará su límite de producción en más de 300 millones de kilos. Circunstancia esta que, en un escenario donde el conjunto de España también sobrepasaría su cupo asignado, daría lugar a sanciones económicas para los ganaderos gallegos de más de 80 millones de euros. Esta cantidad es el resultado de aplicar una tasa del 27,83 céntimos a cada litro de leche que se haya producido fuera del cupo asignado inicialmente por Europa a cada país, y que en el caso de España se sitúa en algo menos de 6,5 millones de toneladas.
Según Agricultura, el 66 % de los 9.961 ganaderos lácteos que actualmente continúan en activo rebasarían su cuota láctea. Y, por tanto, tendrían que pagar la temida supertasa, algo que no sucedía desde la campaña 2005-2006 en la que la sanción por este concepto apenas llegó al millón de euros. De confirmarse estos malos augurios del Gobierno, la hipotética sanción económica supondría la puntilla definitiva para un sector lácteo gallego, caracterizado durante el último lustro por la volatilidad de los precios en origen, el fuerte incremento de los costes de producción y una escasa rentabilidad.
Los resultados del informe de coyuntura de Agricultura de junio llegan en un momento en el que Galicia registra sus cifras de producción más altas de la historia. De hecho, por primera vez, durante marzo y abril -últimas mensualidades contabilizadas hasta el momento- se registró un volumen de entrega de leche a la industria por encima de las 220.000 toneladas. O lo que es lo mismo, los ganaderos produjeron más de siete millones de litros de leche al día, cantidad suficiente para atender las demandas de lácteos de toda la población gallega durante diez días.
Este fuerte incremento de la producción, iniciado ya durante la segunda mitad de la campaña láctea pasada, llevó incluso a los responsables de la Consellería de Medio Rural a mandar un mensaje de alerta a los productores. Se advertía de los riesgos de una posible supertasa antes de la desaparición del actual sistema de cuotas, al tiempo que se les pedía prudencia a la hora de aumentar su producción de forma descontrolada. Aviso este que, después del informe del ministerio, cobra más vigencia que nunca.
Moderación urgente
Pese a las advertencias, costará concienciar a los ganaderos de la conveniencia de moderar sus entregas de materia prima a la industria, máxime en un contexto como el actual donde los precios de la leche registran los valores más altos desde el 2008 y en un momento en el que, por fin, tienen una oportunidad de mejorar su rentabilidad tras varios años en los que estos apenas lograron cubrir costes.
La misma situación que se prevé para España durante esta campaña ya se ha dado en la pasada en países como Holanda, Alemania o Irlanda, donde los ganaderos tendrán que pagar supertasa por haber excedido sus límites de producción.
De hecho, durante el período 2013-2014 finalizado el pasado 31 de marzo, los seis principales productores lácteos de la Unión Europea (Francia, Alemania, Italia, Holanda, Polonia y el Reino Unido) han aumentado sus entregas en más de un 3 % en comparación con la campaña precedente. Alemanes, holandeses y polacos han logrado, además, superar su récord histórico de producción de leche.
¿Puntilla al sector?
Este aumento generalizado de las entregas en el continente suscita gran preocupación dentro del propio sector por cuanto apunta a que la producción puede seguir creciendo todavía más una vez finalicen las cuotas. Este exceso de la oferta provocaría, según apuntan los expertos, importantes recortes en el precio en origen.