Vodafone prepara un ERE para cerca de 1.000 empleados por las «redundancias» con ONO

La Voz J. A. BRAVO | COLPISA

ECONOMÍA

Su filial española todavía no ha cuantificado el recorte, que anunciará en la primavera del 2015 y se centrará en el área de servicios generales

11 dic 2014 . Actualizado a las 07:16 h.

Como es habitual en las concentraciones empresariales, también la de Vodafone España y Ono -cuya venta a la primera concluyó el pasado 23 de julio- tendrá sus víctimas en el empleo aunque todavía se desconocen las cifras finales. Lo que sí confirmó este miércoles su consejero delegado, Antonio Coimbra, es quehabrá ajuste y que afectará a entre el 10 % y el 30 % de la plantilla actual de 6.000 personas: 3.500 que ya estaban en la filial de la multinacional británica y otras 2.500 que se han incorporado con la adquisición de la operadora de cable española.

El motivo esgrimido desde la compañía son las «redundancias» existentes tras unir ambos colectivos y que, según sus cálculos, en procesos así «suelen estar» en la horquilla citada «aunque en este caso espero que esté más cerca del 10 %», dijo Coimbra, aunque fuentes del sector apuntaron que podría rondar las 1.000 personas (casi el 17% de la plantilla). La postura oficial de Vodafone España, no obstante, es que «todavía no hay decisiones tomadas» y, por ahora, «lo que existen son solo cálculos teóricos».

Ello, sin embargo, no cambia la previsión de que haya un expediente de regulación de empleo (ERE), ya conocida de forma oficiosa por los sindicatos, con los que Vodafone pretende negociar el ajuste. Habrá que esperar antes a que concluya el análisis de «complementariedad» que se está llevando a cabo en todos los niveles de su plantilla. Se empezó con los directivos y los mandos intermedios, y ahora se está con el resto de los trabajadores.

La idea es concluirlo una vez que Vodafone España presente sus resultados anuales, lo que ocurrirá la próxima primavera dado que su actual ejercicio fiscal se cierra el 31 de marzo del 2015. Según marchen entonces las cuentas, la mano se podría abrir o cerrar algo con el ERE.

Ventas en caída

Las últimas cuentas publicadas no fueron precisamente buenas. La operadora, segunda por cuota de mercado en España, vio caer un 7,5 % sus ventas durante su primer semestre fiscal (de abril a septiembre) hasta los 2.171 millones de euros. A su vez, el resultado bruto de explotación (ebitda) se desplomó un 27,2 % y quedó en 392 millones.

Todo ello contando ya con la integración contable de Ono, pues sin ella los números serían peores: un 12,4 % menos de ingresos y un 43 % inferior el ebitda, e incluso entraría en pérdidas operativas (56,2 millones de euros). La compañía alegó que el descenso de la facturación fue generalizado en el sector y, en su caso, había que contar con un fuerte incremento de las inversiones (un 56 % más), que llegaron a 301 millones.

Fuentes sindicales estiman que el área más perjudicada por el ajuste serán los servicios generales (administración, finanzas, informática, marketing...), dado que otros segmentos sí son «complementarios». Por ejemplo, Vodafone tiene personal especializado en el negocio móvil, mientras Ono aporta experiencia en cable, televisión y paquetes de ofertas audiovisuales.

Vodafone España ya pactó con los sindicatos otro ERE en febrero del 2013, que supuso el despido de 650 personas. Otros 120 empleados cambiaron de horario o función, y a 130 más se les externalizó su actividad.