Los rusos observan con preocupación el desplome del rublo, con ecos de 1998

EFE

ECONOMÍA

Algunas compañías, como Apple Rusia, reconocieron que su tienda virtual no funcionaría hasta tener claro qué cambio aplicar

17 dic 2014 . Actualizado a las 16:50 h.

Los rusos observan con preocupación la imparable caída del rublo, que trae los ecos del «crack» de 1998, cuando se volatilizaron sus ahorros de la noche a la mañana, mientras el Gobierno acusa de la crisis a los especuladores y a factores externos. «Nos hemos topado con problemas relacionados con dos factores bien conocidos por todos y que no dependen de nuestro país: la continuada caída de los precios del petróleo y la negativa influencia política del exterior. Me refiero a las sanciones», dijo este miércoles el primer ministro, Dmitri Medvédev.

«Los mercados financieros están prácticamente cerrados para los bancos» rusos, añadió el jefe del Gobierno, que reunió de urgencia a sus ministros del área económica con los principales exportadores del sector energético y metalúrgico para abordar la peor crisis monetaria de la «era Putin».

La reunión venía precedida por el desplome sufrido ayer por la moneda rusa en el ya conocido como «martes negro», cuando llegó a perder el 24 y el 28 % ante del dólar y el euro, respectivamente, a pesar de que el Banco Central decidió una espectacular subida de sus tipos de interés, del 10,5 al 17 %.

El rublo, que abrió este miércoles de nuevo a la baja en la Bolsa moscovita, se estabilizó algo después de que el Ministerio de Finanzas anunciara que comenzará a vender sus remanentes de divisas, que totalizan unos 7.000 millones de dólares, y que lo hará «hasta que haga falta», según el viceministro de Finanzas, Alexéi Moiséyev. El regulador ya gastó cerca de 2.000 millones de dólares el pasado lunes para tratar de estabilizar la moneda nacional, según se lee en su página web.

Finalmente, las cotizaciones oficiales, que entrarán en vigor mañana, quedaron fijadas en 67,7 rublos por dólar y 84,5 rublos por euro -una nueva pérdida del 8 %- pero en la práctica las divisas se vendían ya más caras en la calle. Según la agencia Interfax, en varios bancos de la ciudad de Cheliábinsk (Urales), no había hoy dólares para vender y en algunas sucursales ni dólares ni euros.

En los que sí tenían, el dólar se vendía a 92,99 rublos y el euro a 107,99 rublos -más una comisión del 2 %-, por encima incluso del punto álgido alcanzado ayer por la moneda rusa, cuando en el mercado de divisas llegó a cotizarse a 80 por dólar y a 100 por euro.

El pánico es comprensible si se tiene en cuenta que el rublo se ha depreciado ya más del 50 % desde principios de año, espoleado por una masiva fuga de capitales, el desplome del precio del crudo, parte fundamental del presupuesto ruso, y las sanciones impuestas a Moscú por la crisis de Ucrania.

Mientras algunos medios de comunicación, como el diario Nezavísimaya Gazeta criticaban este miércoles la drástica subida de la tasa clave del BC, a la que acusaban de haber aumentado el pánico en el mercado de divisas, los ciudadanos ven cómo en las últimas semanas, y especialmente los últimos días, los precios suben.

En algunas tiendas de moda extranjeras, se pudo observar cómo a las etiquetas originales de algunos artículos se les ha superpuesto otra con el nuevo precio, hasta un 20 % más elevado. Algunas compañías, como Apple Rusia, reconocieron que su tienda virtual, que ha estado toda la noche desactivada, no funcionaría hasta tener claro qué cambio aplicar. «Nuestra tienda on line no está accesible en estos momentos, hasta que revisemos los precios», dijo un portavoz de la empresa, que planea una subida del 10 % al menos.

En algunos establecimientos de la popular cadena rusa de electrodomésticos y electrónica MVideo se observaba anoche y a primera hora de hoy más público del habitual, tratando de adquirir artículos antes de que suban los precios. Frente a la posición del Gobierno, que achaca la crisis a factores externos, el opositor diario Nóvaya Gazeta escribe este miércoles que «ni la caída del precio del petróleo ni las consecuencias de las sanciones pueden explicar la caída del rublo, que ha perdido la mitad desde el Maidán (las protestas que llevaron al cambio de poder en Ucrania, en febrero pasado)».

La víspera de que el presidente ruso, Vladímir Putin, celebre mañana su tradicional conferencia de prensa de fin de año, este diario cree que el precio del rublo no es «injusto». «Se puede engañar al votante, pero no al mercado. Las autoridades actuales de Rusia son un desmultiplicador gigantesco que lleva la economía, la moneda y el futuro de Rusia a las cifras que estamos viendo», subraya.