Galicia bate en enero sus récords de producción láctea, con 221 millones de litros, mientras los precios que perciben los ganaderos se mantienen en mínimos, lo más bajos de España
04 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Ni los precios bajos, ni las peticiones de reducción de la producción realizadas por algunas lácteas, ni tan siquiera las amenazas de convertir los excedentes en polvo -se pagan al ganadero a tan solo 18 céntimos el kilo- logran ponerle puertas a la producción láctea en Galicia. Nunca tanto volumen de leche se produjo a unos precios tan reducidos.
Durante el mes de enero, los poco más de 9.000 ganaderos que permanecen en activo en la comunidad entregaron a las industrias algo más de 221 millones de litros de leche, casi dos millones más que el mes precedente y siete por encima de los 214 producidos en enero del año pasado, lo que supone un incremento interanual ligeramente superior al 3 %. La evolución de los precios, por su parte, ha sido diametralmente opuesta y mientras que hace un año las cotizaciones medias por litro rondaban los 31 céntimos, ahora apenas alcanzan los 29.
Ante esta situación, la pregunta que se hacen dentro del propio sector es: ¿compensa a los ganaderos vender más cobrando menos? La teoría dice que no, máxime teniendo en cuenta que la horquilla de costes de producción que se maneja -un reciente estudio de la interprofesional láctea confirma estos valores- oscila entre los 28 y los 34 céntimos. Estas diferencias, notablemente negativas, entre ingresos y costes invitaría a pensar que cuanto más leche venden más dinero pierden. Sin embargo, varios expertos consultados, inciden en que la explicación es otra y que viene marcada por el excesivo grado de endeudamiento de las granjas.
«Para cobrar o mesmo teñen que vender máis e é precisamente o que están facendo. Cada mes teñen uns gastos fixos, principalmente amortizacións de créditos, aos que teñen que facer fronte, polo que é necesario que o nivel de ingresos non lles baixe. Ademais levaban anos preparándose, porque así llelo pediron, para aumentar a produción unha vez remataran as cotas e resulta dificil poder renunciar ao potencial que tes», apuntan desde una organización profesional agraria, en la que critican duramente el juego sucio que algunas lácteas realizan con los ganaderos gallegos llegando a hablar incluso de deslocalización de la producción hacia otras zonas.
Mayor aumento en España
Las cifras sobre la evolución de la producción láctea y de los precios, desde luego, evidencian un trato claramente diferenciado hacia la leche producida en Galicia. De hecho, la comunidad lleva casi una década teniendo el dudoso honor de ser la que registra los precios de la leche más bajos de todo el país. A día de hoy, un productor gallego percibe dos céntimos menos por cada litro que entrega a la industria que la media nacional, tres menos que los granjeros castellano-leones o que los catalanes, cuatro menos que los asturianos y hasta cinco por debajo de los andaluces, que completan el ránking de las cinco regiones que, junto a la gallega, tienen una mayor vocación láctea.
Paradójicamente, en todas estas comunidades el incremento experimentado por la producción -de ahí vienen las críticas de los ganaderos- ha sido sensiblemente mayor que en Galicia (oscila entre el 4,4 % de Asturias y el 10 % de Andalucía, pasando por el 7,2 % de Castilla y León y el 8,6 % de Cataluña). Mientras que en el conjunto del país el aumento ha sido del 6 %, en Galicia apenas ha sobrepasado el 3%.
Sea como fuere, lo que parece claro es que las industrias parecen dispuestas, al menos en Galicia, a poner límites a la producción y así se lo han hecho saber a sus proveedores. Cooperativas como Feiraco -la primera gallega por volumen de recogida- ya ha impuesto un tope a cada productor que ha calculado añadiendo un 5 % de margen de incremento a la leche producida durante el 2015. Los excesos de esas cantidades se liquidan al ganadero a un precio sensiblemente inferior.
Otro tanto hace ya Capsa -matriz de marcas como Central Lechera Asturiana y Larsa- y multitud de primeros compradores que aplican un precio al 80% de la producción y otro sensiblemente inferior al 20% restante.
Ni la francesa Lactalis ni la portuguesa Celta, las dos con mayor volumen de recogida en Galicia, han establecido límites. Sí han comunicado ya cambios significativos en los contratos que firmarán a partir de finales de este mes en lo referente a los volúmenes de recogida.