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El primer ministro se refirió a su progenitor diciendo que este había creado la empresa Blairmore Holdings en Panamá con fines de inversión
12 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El primer ministro, David Cameron, hizo ayer en el Parlamento británico un intento a la desesperada para recuperarse de las consecuencias que ha tenido la publicación de los papeles de Panamá, en los que salió el nombre de su difunto padre identificado como cliente de Mossack Fonseca, defendiendo que tener aspiraciones y riqueza «no son malas palabras».
En una declaración extraordinaria en su tribuna en los Comunes, Cameron defendió el derecho de la gente a «hacer inversiones para mantener a sus familias». Además, se refirió a su progenitor diciendo que este había creado la empresa Blairmore Holdings en Panamá con fines de inversión. «Es una práctica corriente y no se trata de evadir impuestos», explicó el conservador.
Pocos minutos antes, su mano derecha y ministro de Hacienda, George Osborne, seguía sus pasos publicando su declaración de impuestos. Muy similar a la divulgada por Cameron un día antes, de ellas se desprende que pagaron unas 76.000 libras de impuestos por unos ingresos superiores a las 200.000 en el último año fiscal. Sin embargo, muchos siguen preguntándose por el regalo que el premier recibió de su madre valorado en 200.000 libras, por el que no pagó impuestos si bien se especula con que forman parte de la herencia de su padre.
Ayer, el dato más comentado por la prensa británica era cómo Corbyn ganó menos en todo un año de lo que Osborne pagó en impuestos en el mismo período. Así, el líder laborista obtuvo un total de 70.795 libras como diputado por Islington Norte, por lo que tuvo que pagar unos impuestos de casi 19.000 libras. El laborista entregó a la prensa una fotocopia de las 12 páginas del documento oficial cumplimentado a mano y que entregó a la Hacienda británica con una semana de retraso, por lo que tuvo que pagar la correspondiente multa de 100 libras. Desde la publicación de los ingresos de Cameron, la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, también se sumó a la iniciativa y se especula que el alcalde de Londres, Boris Johnson también hará lo mismo, si bien el líder del euroescéptico UKIP, Nigel Farage, dejó claro que él no tiene intención de imitarles.