El Gobierno se plantea subir el salario mínimo hasta 1.000 euros en tres años

lucía palacios MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

MARCOS MÍGUEZ

Negocia un incremento del 5 % a partir de enero, unos 50 euros más al mes

15 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno quiere terminar su legislatura cumpliendo una de las reivindicaciones más fuertes de los sindicatos: que todo trabajador tenga un sueldo mínimo de 1.000 euros al mes, según fuentes conocedoras de la negociación.

Pese a las reticencias de algunos miembros del Ejecutivo, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, lleva ya tiempo defendiendo que los salarios deben subir. Y pese a que en el ámbito de la negociación colectiva no puede influir, sí quiere dejar su huella en una competencia que es potestad del Estado: el salario mínimo interprofesional (SMI). Este indicador tiene una fuerte capacidad de arrastre, y marca tendencia para otras negociaciones.

Encima de su mesa está la propuesta de que en tres años la retribución más baja de un trabajador a jornada completa sea de 12.000 euros brutos anuales, lo que repartido en 12 pagas serían 1.000 euros al mes. Así se lo ha hecho saber a los representantes de los agentes sociales. Ahora el SMI se sitúa en 825,7 euros al mes repartidos en 12 pagas (707 en 14 nóminas). Esto implicaría un alza del 21 % de aquí al 2020, o, lo que es lo mismo, 175 euros más al mes.

De ser así, España pasaría a cumplir con la recomendación de la Carta Social Europea de que la retribución mínima se sitúe en torno al 60 % del sueldo medio, como vienen exigiendo los sindicatos, que denuncian que España tiene el cuarto salario mínimo más bajo de la UE.

¿Y para el 2018?

Lo que sigue siendo una incógnita es el incremento para el 2018, que el Gobierno tiene que aprobar en apenas unas semanas. En 2017 lo subió un 8 % a cambio del apoyo del PSOE a los Presupuestos Generales del Estado. Todo apunta a que para el nuevo ejercicio habrá «una subida importante», según fuentes cercanas a la negociación. La horquilla que se maneja oscila entre un 3 y un 8 %, aunque por el momento tiene mayor peso una franja del 5 al 6 %. Eso serían casi 50 euros más al mes para el SMI. Dependerá finalmente de si prefieren apostar ya por un alza mayor o dejar para final de legislatura el incremento más fuerte.

Esta propuesta no la ven con malos ojos ni siquiera desde la cúpula de la CEOE. Su presidente, Juan Rosell, ha dicho en más de una ocasión que los sueldos más bajos deben recibir un impulso mayor. También ha ido en esa línea el presidente de la patronal gallega, Antón Arias.

Además, explica que este año se ha comprobado que una fuerte subida no afecta negativamente a la creación de empleo. Rosell aportó en el último comité ejecutivo de la CEOE un estudio (basado en el análisis de 50 convenios) en el se concluye que con la subida del SMI ni siquiera las categorías laborales más bajas se verían afectadas.

Tensiones en la dirección de la CEOE

La idea defendida por el presidente de la patronal, Juan Rosell, de ir a una subida de sueldos no es, ni de lejos, unánime entre los empresarios. En la junta directiva del miércoles, el presidente de la patronal madrileña (CEIM), Juan Pablo Lázaro, se negó en redondo a apoyar un incremento importante del SMI y mostró incluso una mayor rotundidad al oponerse a mejorar la propuesta de subida salarial para el 2018. Unas tensiones que en el seno de la patronal se ven como una estrategia personal de darse un perfil más duro ante la elecciones a la presidencia que habrá en un año. Y es que Rosell había recibido ya el apoyo unánime del comité ejecutivo para ofrecer a los sindicatos un alza de hasta el 3 %, frente al 2,5 de máximo que llegó a proponer este año, incluyendo variables.