No hay problemas de diseño: el choque con el petrolero dañó cuatro compartimentos estancos
03 dic 2018 . Actualizado a las 08:01 h.Un informe elaborado por la Armada española concluye que el accidente de la fragata noruega Helge Ingstad (F-313), que colisionó con un petrolero el 8 de noviembre y acabó hundiéndose, fue causado por un «error humano». Así lo indica la información publicada ayer en el diario ABC, recogida por la agencia Europa Press, en referencia a un documento que subrayaría que «existen pruebas claras de que el daño inicial se extendió a cuatro compartimentos estancos e indicios de que pudieron ser cinco los realmente dañados en la colisión, lo que excede los criterios de supervivencia del diseño del buque».
La comisión noruega que investiga el accidente apuntaba hacia la responsabilidad de Navantia en el hundimiento de la fragata debido a un supuesto problema de diseño del buque. Pero a esa conclusión se llegó de forma preliminar sin ni siquiera examinar el barco, que sigue hundido, y a partir de testimonios de la propia tripulación, que salió indemne de la colisión.
La fragata, la cuarta de las cinco construidas por el astillero ferrolano para Noruega, está valorada en unos 275 millones de euros y fue entregada en el 2009.
La información de ABC explica que el «informe interno de ocho páginas de la Armada Española» destaca que «la extensión de la avería visible en la fragata Helge Ingstad es del 15 % de la eslora en la flotación (18,2 metros) que equivale a un escenario con tres compartimentos principales adyacentes inundados». A mayores, según las imágenes analizadas, «por debajo de la línea de flotación la grieta alcance un cuarto compartimento del buque» y, ante la presencia de combustible en el mar, se podría haber deteriorado otro quinto compartimento.
De este modo, se precisa que «el documento español apunta sin ambages al error humano», en cuestiones referidas a la vigilancia, la velocidad de seguridad, el riesgo de abordaje y las maniobras para evitarlo, la navegación por canales angostos y la navegación de vuelta encontrada.
«Las conclusiones españolas reafirman un exceso de velocidad en el buque noruego», que en el momento de la colisión, navegaba a «17,4 nudos (32,2 km/h) y el petrolero a 6,5 (12 km/h)», indica la citada publicación.
Además, hace referencia a que según el documento señalado el buque de guerra noruego «no lleva el AIS -sistema de identificación automático- encendido, lo cual no ayudó a la hora de ser identificado».
La colisión se produjo de noche. La tripulación confundió las luces del petrolero con las de la terminal portuaria cercana.