José Manuel Martínez: «Estamos en una transformación brutal y en continua reinvención»

Bimba y Lola cerró el ejercicio 2017 con una facturación de 180,8 millones de euros, lo que representó un crecimiento de 18,5 %. La firma de moda viguesa, que acaba de abrir su tienda número 100 fuera de España, tiene en marcha un plan estratégico hasta el 2022 para crecer en el mercado extranjero. José Manuel Martínez, consejero delegado de la compañía desde el pasado mes de junio, es el encargado de sacarlo adelante en un contexto de mercado que el directivo califica «en transformación brutal».

«Cada vez más los clientes toman decisiones de compra de forma diferente, estamos en continua reinvención, descubriendo y experimentando para ver cómo nos adaptamos», asegura.

El consejero delegado define Bimba y Lola como un concepto de moda próximo al slow fashion, alejada del usar y tirar. «No es un concepto de reacción a la demanda, sino que se plantea y se desarrolla con tiempo, con búsqueda de la calidad para un producto que dure tiempo», explica.

Sobre la presión de los descuentos permanentes, el directivo considera que es una situación complicada de atajar. «Es un camino de muy difícil retorno, porque el cliente ya se ha acostumbrado, y si no lo haces, es complicado mantener las ventas, porque el cliente puede ir a otras miles de ofertas privadas. Habría que frenarlo, pero es difícil que todos los hagan de una forma ordenada», afirma.

El 2019 se presenta tranquilo para Bimba y Lola. «Vamos a hacer aperturas selectivas. En España, donde queremos estar ya estamos. Fuera, la expansión va a continuar», asegura Martínez, que de momento da por paralizado el proceso de venta. «Hoy por hoy no hay ningún otro plan»

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