El presidente del banco evitó comentar la renuncia de su predecesor, Francisco González, en unas declaraciones a los medios antes de la junta de accionistas de la entidad
15 mar 2019 . Actualizado a las 12:36 h.Ni una referencia al paso atrás dado por su predecesor, Francisco González, que este jueves renunció a los cargos que aún le quedaban en el BBVA (del que era presidente de honor) por la polvareda levantada por el caso Villarejo, en el que la Justicia investiga si el banco encargó al excomisario escuchas a dirigentes políticos, empresarios y competidores del sector financiero para frenar el intento de Sacyr de descabalgar a González de la presidencia de la entidad con la complicidad del Gobierno de Zapatero.
En una comparecencia ante los medios (en la que no se admitieron preguntas) antes de la celebración de la junta de accionistas de la entidad, la primera desde que ocupa el primer puesto directivo del banco, el actual presidente, Carlos Torres, se limitó a reiterar que «el BBVA seguirá investigando con rigor, colaborando también activamente con la Justicia en el esclarecimiento de los hechos en el interés de la entidad».
Al margen de la polvareda judicial, Torres quiso destacar que el 2018 fue un «año muy importante y positivo» para el banco, ya que registró unos resultados de más de 5.300 millones, «con un crecimiento muy importante, de más del 50 %». Un beneficio impulsado por el crecimiento de los ingresos recurrentes, la contención de gastos y una «importante plusvalía» en Chile. Además, remarcó que, cumpliendo los objetivos que se habían marcado, más de la mitad de los clientes del BBVA se relacionan ya con la entidad a través de canales digitales.
Por otra parte, Torres quiso hacer una reflexión «más allá del 2019 y hablando de la sociedad en su conjunto» y destacó los retos ambientales como el cambio climático o los retos sociales que deben afrontar también los grandes agentes económicos: «Son las principales preocupaciones de la sociedad, lo estamos viendo hoy en día con los jóvenes. Por ello, indicó que, «hoy más que nunca», los bancos tienen la «responsabilidad de financiar el futuro, un futuro con mayúsculas, más sostenible para nuestros hijos».