Riesgo acusa a su plantilla de hacerle perder dinero con sus protestas

F. F. LA VOZ

ECONOMÍA

J.C. Cereijido

El grupo que recompró las fábricas de Alcoa asegura que cada movilización le cuesta 200.000 euros

09 jun 2020 . Actualizado a las 19:52 h.

El grupo industrial Riesgo ya puede respirar más tranquilo después de que Alcoa haya liberado los fondos comprometidos para el sostenimiento de las fábricas de A Coruña y Avilés. La multinacional del aluminio tomó esta decisión después de que tanto Parter —el primer comprador de las plantas—, como Riesgo —el segundo y último, de momento— se hayan comprometido a mantener los términos del acuerdo original de venta de las instalaciones. No se sabe cuánto dinero ha liberado Alcoa, pero sí que en total eran 100 millones a repartir en dos años y que estaba previsto que en el 2019 se desembolsase la mitad. Así que quedarán otros 50 millones para sostener las fábricas.

La compañía estadounidense asume así la reventa, aunque no la acepta de buen grado, y, de hecho, avanza, a modo de advertencia, que si percibe incumplimientos del pacto por parte de Riesgo los denunciará en los tribunales.

Los principales compromisos asumidos en primera instancia por Parter, y ahora por su sucesor, Riesgo, son el mantenimiento de los algo más de 600 empleos entre ambas fábricas durante dos años, que caducan el 31 de julio del 2021; y la implantación de un plan industrial en las fábricas. El fondo suizo incumplió el acuerdo, dado que a los pocos meses revendió las instalaciones. Sin embargo, ahora el pacto vuelve a la vía de la legalidad, en principio, con la asunción de esos compromisos por parte del nuevo gestor.

Pero en lugar de mostrar su alivio por el beneplácito, aunque a regañadientes, de Alcoa, el grupo industrial que gestiona las plantas ha arremetido contra el comité de empresa de Avilés, al que acusa de hacerle perder 200.000 euros al día cada vez que convoca «concentraciones ilegales», pues, aclara, provocan un parón en la actividad y «ponen en riesgo la producción, el proyecto y el futuro de los trabajadores». Riesgo avanza que los daños son cuantificables «y serán reclamados».

Además, denuncia que «el comité no ha cejado en su empeño de intentar desacreditar públicamente y entorpecer la gestión», según el grupo.

Tanto los trabajadores gallegos como asturianos han llevado a cabo varias movilizaciones contra la reventa de las fábricas y contra el nuevo gestor, del que desconfían. Más desde que están apreciando salidas de mercancía que permanecía guardada en stock y que no saben si van a clientes o almacenes.