Botín dice que Orcel no redujo el coste de su fichaje, como había prometido

La Voz MADRID / EUROPA PRESS

ECONOMÍA

JUAN MEDINA

El italiano rebajó la indemnización que reclama al banco por daños y perjuicios a 76 millones de euros, frente a los 112 que pedía inicialmente

20 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El juicio contra el Banco Santander por el fichaje fallido del italiano Andrea Orcel como consejero delegado de la entidad se suspendió ayer para posibilitar la declaración de todos los testigos del caso. A la vista oral en los juzgados de la madrileña Plaza Castilla acudieron el propio Orcel, que no tenía obligación de personarse en la sala pero lo ha hecho, y la presidenta del Santander, Ana Botín, quien declaró como representante del banco.

En su exposición de motivos previa a la vista, Orcel renunció a exigir el cumplimiento del contrato, tras haber sido nombrado consejero delegado de UniCredit, y rebajó la indemnización que reclama al Santander por daños y perjuicios a 76 millones de euros, frente a los 112 millones que pedía inicialmente.

En concreto, el banquero italiano pide al banco que le pague 17 millones de prima de incorporación, 29 millones por la parte del bonus diferido que estaba pendiente de percibir en UBS y que el Santander podía haber asumido (buy out), 20 millones correspondientes al sueldo que iba a cobrar en el banco español durante dos años y 10 millones por daños morales y reputacionales.

A continuación, Botín respondió a preguntas del juez, del abogado de Orcel (del despacho de Carlos Remón) y de los letrados del banco. El juez se interesó en conocer cómo se desarrolló el proceso y qué papel tuvo la presidenta del banco en el proceso.

La carta de oferta del Santander a Orcel señalaba que si UBS decidía abonar solo parcialmente la retribución diferida o un importe de la misma inferior a la que el directivo italiano hubiera percibido de permanecer en la entidad helvética, el banco pagaría una compensación de, como máximo, 35 millones de euros.

Botín relató que Orcel se comprometió a mediar con UBS para tratar de reducir el coste de su fichaje, algo que no hizo, y acabó exigiendo al Santander que asumiese la indemnización máxima que figuraba en la carta de oferta.

Según ha declarado, fue en el buy out donde encallaron las negociaciones y el consejo de administración del banco decidió en última instancia no proseguir con la contratación.

Tras la declaración de Botín, el juez decidió suspender la vista para que otro día declaren todos los testigos citados, incluidos dos directivos de UBS.