La guerra obliga a Bruselas a revisar el mercado energético europeo para reducir su dependencia del gas ruso
ECONOMÍA
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La Unión Europea cambiará la fijación de precios de la energía para combatir la carrera inflacionista
07 mar 2022 . Actualizado a las 20:31 h.El precio de la luz alcanzó este lunes un nuevo récord, situándose por encima de los 400 euros por megavatio hora (MW/h) en los cuatro principales países de la Unión Europea: Alemania, Francia, Italia y España. Esta tendencia al alza, que arrancó ya el año pasado y que ahora se ha desbocado con la invasión rusa de Ucrania, ha colocado contra las cuerdas a la UE. Hasta el punto de que ha puesto en marcha toda su maquinaria para repensar el mercado energético actual —muy dependiente del gas ruso— y proponer un cambio en el sistema de fijación de precios que encare la espiral inflacionista.
Las medidas adoptadas por la Comisión Europea se darán a conocer este martes en Estrasburgo, tras la reunión del Colegio de Comisarios. El vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans, y la comisaria de Energía, Kadri Simson, serán los encargados de presentar las guías que orientarán el mercado energético europeo hacia una mayor independencia.
La propuesta, que debía presentarse la semana pasada, contará previsiblemente con un plan para desvincular el precio del gas del de la luz, de modo que su subida no afecte a los consumidores finales. El precio del gas tiene un efecto directo en el de la electricidad, al ser necesario para producir luz en las centrales de ciclo combinado, y, desde el inicio de la invasión rusa, este ha pulverizado todos los récords. Así, en el mercado doméstico español la tarifa avanzó este lunes hasta los 500 euros por MW/h y este martes superará esa cifra llegando a los 700 euros. Todo un problema para los más de 10,5 millones de hogares con tarifa regulada.
En octubre del año pasado, España ya presentó en Bruselas una iniciativa para desvincular el precio del gas del de la electricidad, que fue rechazada por la Comisión Europea. Ahora, en cambio, la espiral inflacionista ha hecho que esta propuesta haya ganado fuerza entre los Veintisiete.
Los comisarios han recogido las propuestas de los Estados miembro para incluir medidas excepcionales que les permitan proteger a los consumidores de la volatilidad del mercado del gas. Todas las opciones están sobre la mesa: las compras de gas conjunta y el desarrollo de sistemas de almacenamiento compartidos entre los países comunitarios, son solo algunas de las que se están estudiando.
España, un socio clave
El veto completo al gas ruso, sin embargo, parece algo remoto. Al menos de momento. Así lo aseguró el pasado viernes el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, quien recordó que Moscú aporta el 40% del gas natural que llega a Europa. «Pero debemos reducir esa dependencia», insistió Borrell. Bruselas ya ha llamado a las puertas de Estados Unidos, Qatar, Egipto o Nigeria y también a la de Japón, gran comprador de GNL -gas natural licuado-. España también juega un papel esencial en ese nuevo modelo energético, ya que concentra gran parte de las plantas regasificadoras de Europa, necesarias para convertir el GNL en gas natural.
La presidenta Ursula von der Leyen viajó la semana pasada a Madrid para encontrarse con el presidente Pedro Sánchez y aseguró que la UE debe mejorar su interconexión con la península. El plan de Bruselas contempla la conexión del continente con gasoductos y el envío de buques gaseros a España, para poder distribuir desde allí la energía a todo el continente.
Impulso de la energía verde
Por el momento, el suministro para este invierno «está asegurado». En una comparecencia la semana pasada, la comisaria de Energía anunció que la UE cuenta además con un plan de contingencia para hacer frente a cortes de suministro de gas ruso, como parte de las represalias de Putin a las sanciones europeas. Esta hoja de ruta se asienta sobre la diversificación de proveedores, la eficiencia energética y el impulso de las renovables, «que son la vía definitiva para lograr la independencia energética», defendió Simson.
Tras su reunión este lunes con el primer ministro italiano, Mario Draghi, Von der Leyen también subrayó la necesidad de transformar el mix energético de los Estados miembro hacia tecnologías renovables. «Con una inversión masiva en renovables, veremos como su participación aumenta y esto cambiará la estructura de nuestro mercado», aseguró.