España mantiene una presión fiscal mayor que la de Portugal

Cristina Porteiro
c. porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Oscar Vázquez

La pandemia ha hecho que el peso de los impuestos sobre la economía gane terreno al mayor ritmo de la OCDE

22 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En pleno debate sobre la guerra fiscal entre comunidades autónomas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) revela que la presión fiscal en España se ha disparado con la pandemia, agrandando las distancias con Portugal, que ha apostado por ofrecer bonificaciones, deducciones y exenciones para atraer inversiones y capital a su territorio.

Según las últimas estadísticas del organismo, los españoles pagan más impuestos que sus vecinos lusos y que la media de la OCDE. En el 2020, el 36,6 % de la riqueza generada en España acabó en las arcas públicas, frente al 34,8 % de Portugal o el 33,5 % de la media de los países más desarrollados. Solo 13 territorios europeos superan a España, cuando un año antes tenía a 17 por delante.

La tendencia al alza se disparó con el confinamiento. No es que el Gobierno español haya subido los impuestos o haya introducido nuevas tasas. El aumento acusado de la presión fiscal, el mayor registrado en el conjunto de países, se debe al hundimiento del producto interior bruto (PIB), que retrocedió casi un 11 % en el 2020, el peor dato de toda la OCDE. Mientras la economía española se hundía, el Gobierno desplegaba el escudo de los ERTE, con los que el Estado siguió recaudando por la vía de las cotizaciones (13,7 % del PIB). Los impuestos sobre los ingresos y beneficios generaron el equivalente al 10,7 % del PIB, mientras que las tasas sobre los bienes o servicios, como el IVA, aportaron el 9,8 %.

La fotografía cambia en Portugal. Allí la mayor parte de la recaudación procedió de los impuestos al consumo (13 % del PIB), seguido de las cotizaciones de los trabajadores (10,3 % del PIB) y los impuestos sobre los ingresos y beneficios (9,6 % del PIB).

¿Qué hicieron otros países del entorno? El caso más llamativo es el de Dinamarca, donde la presión fiscal alcanzó el 46,5 % del PIB, la mayor de la OCDE. Eso sí, el peso recayó sobre los hombros de los más pudientes: la recaudación por los impuestos sobre ingresos y beneficios rozaron el 30 %, lejos del 14,3 % que aportaron las tasas sobre el consumo o el marginal 0,1 % de las cotizaciones a la Seguridad Social.

Francia, Bélgica, Italia, Suecia, Austria, Finlandia, los Países Bajos, Grecia, Noruega, Alemania, Luxemburgo y Eslovenia siguen recaudando más que España, a pesar de los cambios abruptos que ocasionó la pandemia.