España es el tercer país de la UE donde más subió la presión fiscal en el último año

c. p. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Miguel Osés | EFE

El 39 % de la riqueza anual ya se destina al pago de impuestos y cotizaciones sociales

31 oct 2022 . Actualizado a las 19:42 h.

El peso que ejerce la inflación sobre la renta de los hogares españoles ha abierto el debate sobre la conveniencia de aumentar o rebajar los impuestos. Algunas autonomías han optado por rebajar la factura de las familias y empresas, pero el Gobierno español hace tiempo que apostó por capear las crisis aumentando la presión fiscal.

Eso revelan datos publicados ayer por Eurostat: en el 2021, España fue el tercer país de la Unión Europea —junto con Alemania— donde más aumentaron los ingresos del Estado vía impuestos y cotizaciones sociales. Solo le superaron Chipre y Lituania. Si en el 2020 el 37,7 % de la riqueza que producía España (PIB) se iba en impuestos, ese porcentaje aumentó en el 2021 hasta el 39 % —gracias, en buena medida, al mantenimiento de los ERTE, la creación de empleo y el elevado ritmo del crecimiento—. La recuperación no vino acompañada de una mayor flexibilidad fiscal. Un escenario muy distinto al de países como Francia, Países Bajos o Hungría, donde la recaudación del Estado vía impuestos y cotizaciones sociales cayó.

A pesar de todo, las empresas y residentes españoles contribuyen menos que la media de la UE (41,7 % del PIB). Hay once países donde la presión fiscal es más alta. La lista la lidera Dinamarca (48,8 % del PIB), seguida de Francia (47 %) y Bélgica (46 %). Los vecinos lusos apenas aportan el 37,6 % del PIB a pagar a Hacienda o la Seguridad Social, una cifra sensiblemente superior al 21,9 % de los irlandeses, que acogen en su país las sedes de las principales multinacionales radicadas en Europa.