José López-Tafall: «Por Stellantis hay que estar ocupados, no preocupados, pero tampoco tranquilos»

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

PABLO SANZ GARCIA

El secretario general de Anfac alerta de que la industria española de automoción se está quedando atrás

06 mar 2023 . Actualizado a las 18:36 h.

José López-Tafall (Santander, 1965) es el director general de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) desde febrero del 2020, cuando la pandemia obligó a parar las fábricas. Desde entonces la automoción se resiente de la falta de componentes electrónicos que merma producción y empleo, en un momento en el que el sector afronta, por imperativo político más que por decisión propia, la mayor transformación de su historia para alcanzar una producción cien por cien eléctrica en el 2035.

—¿El apoyo del Gobierno a esa transformación es suficiente?

—Somos el único sector de Europa al que se le ha dicho: en 13 años tiene que cambiar su tecnología por completo. La industria ha aceptado los plazos y está cumpliendo su compromiso. Pero los datos dicen que España se está quedando atrás respecto a los países que compiten con nosotros, y esto quiere decir que el apoyo del Gobierno no es suficiente. Países como Alemania tienen una penetración del vehículo eléctrico de 22 %. En España apenas llega al 9 %.

—¿Qué opina del PERTE como instrumento de reparto de las ayudas? ¿Han quedado sin asignar más de 2.000 millones? ¿Qué ha fallado?

—El PERTE del vehículo eléctrico fue el primero que se aprobó y eso es una buena muestra de apoyo, pero nos equivocamos en pagar la novatada, con una convocatoria compleja que no coincidía con los tiempos de inversión que necesitan las fábricas. El fracaso ahora sería que no se agotaran los fondos del segundo PERTE. Es clave que se se adapten los plazos de las ayudas a los tiempos que necesitan las empresas para hacer unas inversiones que no se pueden improvisar.

—Se ha retrasado esa segunda convocatoria ¿Hay riesgo de perder los fondos por sobrepasar los plazos impuestos por Bruselas?

—El Estado lo tiene que negociar con Bruselas. Cuando se pusieron en marcha los fondos no había guerra en Ucrania, ni crisis energética, y los plazos se tienen que modificar.

Stellantis Vigo, primer productor de España, no ha conseguido aún garantizar su futuro. ¿La situación es preocupante?

—Más que preocupados por Stellantis, todos deberíamos de estar ocupados, para que el PERTE salga adelante, pero no tranquilos. Hay mucho trabajo que hacer. Digo ocupados; tranquilos, no.

—Volkswagen se ha llevado la mayor partida. ¿Qué peso juega la política a la hora de determinar el destino de las ayudas?

—Bastante tenemos en Anfac con el proceso de adaptar estrategias empresariales a planes públicos como para preocuparnos de las visiones partidistas.

—Carlos Tavares, el CEO de Stellantis, afirma que en Europa sobran 11 fábricas de coches. ¿Coincide con esa valoración?

—Es completamente lógica y acertada. La transición hacia la movilidad limpia va a afectar al volumen de producción y empleo. Debemos de aspirar como país a que ese volumen sea el máximo, pero en España hemos caído a un mercado de 880.000 unidades y eso va a tener un impacto si no recuperamos el mercado; y para eso hay que tener clara la estrategia de movilidad del país.

—¿Se cumplirá el calendario de cero producción de coches de combustión en el 2035? ¿Qué pasará cuando solo se fabriquen eléctricos, si no se venden?

—Las fábricas españolas estamos comprometidas a hacerlo, pero el mercado y la política de recarga no nos corresponde. Este es un proyecto común. No podemos esperar al 2030 para tomar decisiones. Este partido se juega entre el 2023 y el 2025. Podemos perder inversiones y empleo

«La reforma laboral ha perjudicado la competitividad de nuestras fábricas»

López Tafall insiste en que España debe de tener clara una estrategia de movilidad de país. «Hay que dejar de confundir al usuario y orientarlo con planes como el Moves, más eficaces».

—¿Cómo está la competitividad de las fábricas españolas en este reto global de transformación que vive el sector? ¿Se están haciendo bien las cosas?

—Tenemos claro que tenemos que evolucionar hacia la descarbonización, pero las inversiones son escasas, no hay para todos y hay que pelearlas. Estamos haciendo los deberes atrayendo inversiones necesarias para modernizar nuestras fábricas y conseguir nuevos modelos. Pero nuestra competitividad no depende solo de nosotros.

—¿De quién más depende?

—La reforma laboral ha perjudicado nuestra competitividad, porque la flexibilidad es un factor primordial que esperamos recuperar este año en el marco de la negociación colectiva. Es vital, porque todas las grandes decisiones de inversión van precedidas de acuerdos de concertación social. Hay además costes logísticos y costes energéticos y todo eso ha encarecido nuestra producción de coches en el 2022.

—¿Cuantos empleos costará el proceso de reconversión hacia la producción de coches eléctricos en España?

—La Asociación Europea de Componentes habla de un 30 % menos de carga de trabajo. Identifica un riesgo que no tiene por qué suceder. De hecho, en el 2040 el sector debería de aumentar facturación a través de la circularidad, con la reutilización y el reciclaje de baterías y las nuevas formas de movilidad.