Europa confirma el veto a los coches de combustión a partir del 2035

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

M.MORALEJO

No se podrán vender vehículos a gasoil o gasolina, pero tampoco híbridos

11 jul 2023 . Actualizado a las 19:05 h.

Dos de cada tres coches que circulan por las carreteras españolas tienen más de diez años y motor diésel o gasolina. La media de edad del parque automovilístico está en 13,5 años (14,9 años en Galicia), según el último informe anual de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). Esta es la realidad de un sector vital para la economía —la automoción aporta el 17 % del PIB gallego—, muy alejada de lo que el Parlamento Europeo aprobó ayer, tras una ajustada votación.

Con 340 votos a favor, 279 en contra y 21 abstenciones, los eurodiputados aprobaron la iniciativa para que todos los vehículos ligeros que se vendan en los Veintisiete sean eléctricos o de hidrógeno (ni siquiera valdrán los híbridos) a partir del 2035. Eso, para empezar, porque la meta es conseguir la neutralidad climática en la UE en el 2050, cuando ya no podrá quedar vivo ningún vehículo que no sea de cero emisiones.

El trámite parlamentario superado ayer es el penúltimo paso para que las fábricas de coches instaladas en Europa (11 de ellas en España, incluida la del grupo Stellantis en Vigo) consumen la purga de emisiones contaminantes impuesta por la Administración comunitaria, a base de ingentes sumas de millones de euros de inversión — 290.000 millones de dólares (265.700 millones de euros) en los próximos cinco años—, para transformar sus líneas de producción hacia la electromovilidad, en un proceso que, según ACEA, la patronal europea del automóvil, conllevará la destrucción de miles de empleos (un coche eléctrico lleva menos piezas y requiere menos mano de obra). Y eso no es todo, porque según las estimaciones de Carlos Tavares, el consejero delegado del grupo Stellantis, la caída del mercado prevista, por la menor demanda de vehículos eléctricos, pone en la cuerda floja nada menos que once fábricas de coches en el Viejo continente, cuya producción, simplemente, sobraría.

Los fabricantes dudan

«Lo que se ha decidido es imponer a la industria del automóvil una electrificación que conlleva un 50 % de costes adicionales frente a un vehículo convencional. No hay forma de trasladar el 50 % de los costes adicionales al consumidor final, porque la mayor parte de la clase media no podrá pagarlos», ha advertido Tavares.

Por falta de avisos no será. Otras de las principales compañías automovilísticas dudan abiertamente de esta transición hacia el eléctrico, al entender que está siendo «demasiado rápida», en palabras de Oliver Zipse, consejero delegado de BMW. «Si usted ya no vende motores de combustión, alguien sí lo hará», ha dicho, en defensa de desarrollar motores que ahorren más combustible, concretamente motores térmicos eficientes que reduzcan las emisiones de carbono.

Como él, Akio Toyoda, presidente de Toyota —el mayor grupo automovilístico del mundo—, también ha puesto en duda la carrera del coche eléctrico. De hecho, la compañía ha comenzado a explorar otras alternativas al vehículo eléctrico, como son los coches que funcionan con hidrógeno o los híbridos. «Las personas implicadas en la industria automovilística constituyen en gran medida una mayoría silenciosa. Esa mayoría silenciosa se pregunta si los coches eléctricos están realmente bien como opción única, pero, como creen que es la tendencia, no pueden pronunciarse en voz alta», aseguró Toyoda.

Pero, ajena a la opinión de los fabricantes, la Comisión Europea no tiene intención de meter la marcha atrás, ni siquiera de ralentizar los plazos de exterminio de los coches diésel y gasolina.

Último trámite

Porque la legislación aprobada ayer, que está ya solo a expensas del visto bueno del próximo Consejo Europeo, establece objetivos intermedios de reducción de emisiones del 55 % para automóviles en el 2030 (respecto a los niveles del 2021).

Entre las claves de la reforma figura el encargo de una nueva metodología para recabar y evaluar datos de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del parque automovilístico ligero durante todo el ciclo de vida de los vehículos comercializados en el mercado único. La Comisión Europea deberá presentar esta metodología, a más tardar, en el 2025, con las reformas legislativas necesarias para su desarrollo.

La Comisión propone reducir las emisiones de los nuevos camiones un 90 % en el 2040

Los turismos serán los primeros en reducir sus emisiones a cero, pero de la ofensiva comunitaria contra el CO2 no se escapa ningún vehículo. La Comisión Europea propuso ayer imponer una reducción del 90 % en las emisiones contaminantes en la flota de nuevos camiones matriculados en la Unión Europea a partir del 2040 (con respecto a los niveles del 2019), así como alcanzar el objetivo de cero emisiones en el caso de los autobuses urbanos ya desde el presente ejercicio, una meta aparentemente poco realista.

«En el horizonte del 2050 prácticamente todos los vehículos en nuestras carreteras deberán ser de cero emisiones. Lo exige nuestra ley climática, lo piden nuestras ciudades y los fabricantes se están preparando», aseguró el vicepresidente del Ejecutivo comunitario responsable del Pacto Verde, Frans Timmermans, en Estrasburgo.

Las nuevas reglas para vehículos pesados, que deben ser aún negociadas con los 27 gobiernos y con la Eurocámara antes de ver la luz, prevé un enfoque gradual con reducciones intermedias antes de alcanzar ese 90 % en el 2040.

Con todo, Timmermans ha explicado que, pese al ambicioso recorte propuesto, se deja abierta la puerta a un 10 % de emisiones porque las tecnologías existentes no ofrecen, a día de hoy, soluciones para vehículos pesados que permitan evitar energías contaminantes en condiciones extremas de conducción, como por ejemplo bajas temperaturas o pendientes pronunciadas.

Limpieza de flotas

Según Bruselas, los camiones, autobuses urbanos y autocares de larga distancia son responsables de una cuarta parte de las emisiones del transporte por carretera en la Unión Europea y del 6 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero.

Las flotas se irán «limpiando a medida que los empresarios vayan renovándolas», ha razonado Timmermans, quien ha señalado la voluntad de acompañar al sector en la transición, consciente de que estos cambios, más que a los fabricantes, que ya están trabajando con energías limpias, afectarán a las compañías de transporte por carretera, a menudo con flotas muy pequeñas.

El Ejecutivo comunitario sostiene, además, que esta propuesta también tendrá un impacto positivo en la transición energética, al reducir la demanda de combustibles fósiles

El vehículo eléctrico elimina 3.800 empleos en Ford

Ford despedirá a 3.800 empleados en Europa para crear «una estructura de costes más ligera y competitiva» en el continente. La reestructuración afectará a 2.300 trabajadores en Alemania, 1.300 en el Reino Unido y 200 en el resto de Europa, entre los que se encuentran las oficinas de Madrid, pero no la planta valenciana de Almusafes.

El grupo reducirá en 2.800 empleados su estructura de ingeniería en Europa. «Estos cambios están dirigidos por la transición a motorizaciones 100 % eléctricas y menor complejidad de vehículos. Ford mantendrá una organización de ingeniería con 3.400 posiciones en Europa, enfocadas en diseño de vehículos y desarrollo, así como la creación de servicios conectados», detalló la empresa.

Además, la compañía despedirá a 1.000 empleados para crear una «estructura de costes más ágil para las funciones administrativas, marketing, ventas y distribución» en Europa. En cuanto a los despidos en España, fuentes de la compañía indicaron que el número de trabajadores afectados será «proporcional al tamaño del mercado», si bien no han concretado una cifra.

«Estas son decisiones difíciles que no se han tomado a la ligera. Reconocemos la incertidumbre que crea para nuestro equipo y les aseguro que les ofreceremos nuestro apoyo en los próximos meses. Iniciaremos un diálogo con nuestros socios sindicales para avanzar conjuntamente en la construcción de un futuro próspero para nuestro negocio en Europa», señaló el director general de Ford Model E en Europa, Martin Sander.

Mientras, los sindicatos de la fábrica de Ford en Almusafes (Valencia) contemplan «con preocupación» la reestructuración y los despidos de la compañía en Europa, mientras siguen «a la expectativa» de saber los volúmenes de producción para el 2023, tras perder dos de los modelos previstos.