Escrivá espera que la hucha de las pensiones acumule 120.000 millones en la década del 2040

La Voz REDACCIÓN / EUROPA PRESS

ECONOMÍA

MARISCAL | EFE

El Consejo de Ministros da luz verde al decreto con la segunda parte de la reforma del sistema

16 mar 2023 . Actualizado a las 14:59 h.

El Consejo de Ministros, reunido con carácter extraordinario, ha aprobado este jueves la segunda fase de la reforma de las pensiones, que recoge una subida de las bases máximas y de las cotizaciones, mejoras en las pensiones mínimas y el establecimiento de un modelo dual para calcular la pensión, que dará opción a elegir entre los últimos 25 años cotizados o los últimos 29 años, descartando en este caso los 24 meses con salarios más bajos.

La reforma, acordada con CC.OO. y UGT y rechazada por la CEOE, se ha aprobado como real decreto ley, aunque el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, se ha abierto a tramitarla como proyecto de ley en el Congreso para que los diferentes grupos parlamentarios puedan negociar la introducción de enmiendas.

Esta segunda pata de la reforma, que ha sido negociada con Bruselas y cuenta con el aval de Unidas Podemos, es uno de los hitos vinculados al cuarto desembolso de fondos europeos. Con ella se completa el paquete total de cambios en el sistema de la Seguridad Social adoptados en esta legislatura y previstos en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha asegurado que el Gobierno está «muy satisfecho» con esta reforma, en tanto que el ministro Escrivá ha subrayado que esta norma «culmina la modernización» del sistema de pensiones y supone un «reforzamiento extraordinario» del primer pilar del estado del bienestar. «Son 11 millones de personas que son pensionistas en este momento y a los que estamos trasladando un mensaje extraordinariamente potente de que sus pensiones no solamente están garantizadas, sino que, con un marco extraordinariamente robusto de sostenibilidad, lo van a estar de forma indefinida», ha resaltado Escrivá.

La nueva reforma de las pensiones supondrá un incremento de casi 20.000 euros en la futura jubilación de los trabajadores que ahora tienen 25 años y de casi 5.000 euros en empleados que se jubilen en el 2027, según las proyecciones del ministerio.

El departamento que dirige Escrivá estima que la reforma implicará un «sustancial» aumento de la pensión, en buena medida por la progresiva subida de la sobrecotización que establece el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que pasará del 0,6 % actual al 1,2 % en el 2029.

Los ingresos conseguidos a través del MEI irán destinados a engordar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, la llamada hucha de las pensiones, que según el ministro llegará a acumular unos 120.000 millones de euros al inicio de la década del 2040, aunque dependerá de cómo rente el ahorro acumulado, matizó el ministro. Si este año está previsto que el MEI aporte unos 3.000 millones de ingresos adicionales, la progresiva subida de la cotización adicional hará que, cuando se duplique el tipo, en el 2029, los recursos adicionales alcancen los 6.000 millones anuales. Los desembolsos para cubrir el sobrecoste de la jubilación de la generación del baby boom comenzarán, según Escrivá, a partir del 2032, pero en esos primeros años las retiradas de la hucha serán inferiores a los ingresos adicionales aportados por los trabajadores en activo y será así hasta comienzos de la década del 2040, que será el momento crítico en la sostenibilidad financiera del sistema. 

En caso de que detecte un exceso del gasto en pensiones o una insuficiencia de recursos, se propondrán al Pacto de Toledo medidas para eliminar el déficit vía aumento de las cotizaciones u otra fórmula alternativa que eleve los ingresos o reduzca el gasto en pensiones o una combinación de ambas. En todo caso, se prevé que, si estas medidas se retrasan en el tiempo, la cotización del MEI aumente para compensar dos décimas partes del desfase estimado por la AIReF a partir del 1 de enero del año siguiente y otras dos décimas partes en cada uno de los años siguientes hasta que se adopten nuevas medidas del mismo impacto o el exceso de gasto sea corregido.

Frente a las advertencias de la CEOE, Escrivá ha negado que esta reforma vaya a poner en riesgo, «en ningún caso, la extraordinaria» evolución del empleo, con casi un millón de empleos más que en prepandemia y un primer trimestre del año que presentará cifras récord, con en torno a 250.000 empleos más.

Estas son algunas de las principales medidas que recoge la segunda pata de la reforma de pensiones:

Modelo dual para determinar la cuantía de la pensión: esta podrá calcularse o con los últimos 25 años cotizados o con 29 años de cotización, de los que se podrán excluir los dos peores, por lo que en la práctica el cómputo en este segundo caso será de 27 años. Esta nueva opción se irá introduciendo de manera progresiva, desde el 2027 al 2038, año en el que ya quedarán completamente desplegados los 29 años (menos dos). Hasta el 2040 podrá elegirse entre esta opción y los últimos 25 años, mientras que entre el 2041 y el 2043 la opción de 25 años irá subiendo a razón de seis meses por año, desde 25,5 años en el 2040 a 26,5 años en el 2043, pudiendo elegirse entre este período o los 29 años (menos los dos peores). A partir del 2044 ya no se podrá elegir y la pensión se calculará con 27 años efectivos de cotización (29 años menos los dos peores). De oficio, mientras existan las dos alternativas, la Seguridad Social siempre aplicará la más ventajosa para el trabajador.

Cuota de solidaridad: se establece una cotización para la parte del salario que no cotiza por superar la base máxima de cotización. Esta será del 1 % en el 2025 e irá aumentando a un ritmo de 0,25 puntos por año hasta llegar al 6 % en el 2045 (5 % a cargo de la empresa y 1 % a cargo del trabajador).

Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). La actual sobrecotización del MEI, del 0,6 %, subirá hasta el 1,2 % en el 2029, a un ritmo de una décima por año y con la siguiente distribución: 1 % a cargo de la empresa y 0,2 % a cargo del trabajador. Esta sobrecuota se mantendrá en el 1,2 % del 2030 al 2050 y podrá aumentar de manera automática si el gasto en pensiones sobrepasa el 15 % del PIB.

Bases máximas: las bases máximas de cotización subirán anualmente con el IPC más un cuantía fija de 1,2 puntos entre el 2024 y el 2050. Esto implicará un aumento acumulado del 38 % hasta el 2050. El Gobierno evaluará cada cinco años en el marco del diálogo social la subida de las bases máximas de cotización y remitirá un informe a la Comisión del Pacto de Toledo.

Pensión máxima: las pensiones máximas se revalorizarán año a año con el IPC anual más un incremento adicional de 0,115 puntos porcentuales acumulativos cada año hasta el 2050, lo que supondrá un alza aproximada del 3 %. A partir del 2051 y hasta el 2065 se producirán incrementos adicionales para que al final del período, en el 2065, la pensión máxima haya subido de manera acumulada un 20 %. A partir de ese año se valorará la conveniencia de alcanzar un incremento total del 30 %.

Subida de las pensiones mínimas contributivas: se establece una senda de convergencia de las pensiones mínimas contributivas para asegurar que, desde el 2027, no sean inferiores al umbral de la pobreza calculado para un hogar compuesto por dos adultos. Así, tomando como referencia la evolución de la pensión mínima con cónyuge a cargo, irán subiendo entre el 2024 y el 2027 de manera progresiva, por encima de la revalorización media de las pensiones, por tanto, por encima del IPC. El objetivo es que la pensión mínima de jubilación contributiva con cónyuge a cargo alcance al menos en 2027 los 16.500 euros anuales (1.178,5 euros al mes por catorce pagas), un 22 % más que ahora.

Mejora de las pensiones no contributivas: estas crecerán también por encima de la revalorización media de las pensiones, hasta converger en el 2027 con el 75 % del umbral de la pobreza calculado para un hogar unipersonal.

Cobertura de lagunas de cotización y brecha de género: la cobertura de lagunas de cotización se mejora para las mujeres y el complemento de la brecha subirá un 10 % adicional a su revalorización anual en el bienio 2024-2025.

Fiscalización de la AIReF: la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) fiscalizará la reforma a fin de que el gasto en pensiones no supere el 15 % del PIB. Para ello, publicará y enviará al Gobierno, desde marzo del 2025 y cada tres años, un informe de análisis sobre cómo van evolucionando los ingresos.