El cerco mundial a las multinacionales hará aflorar hasta 30.000 millones de euros al año, según la OCDE

La Voz REDACCIÓN / EFE

ECONOMÍA

TERESA SUAREZ | EFE

Tendrán que abonar una parte de los impuestos donde se generen los beneficios y no en los paraísos fiscales donde están domiciliadas

11 oct 2023 . Actualizado a las 12:10 h.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha revisado al alza su previsión de recaudación mundial por los beneficios de las multinacionales más rentables gracias al futuro mecanismo internacional para redistribuir entre los países los derechos de imposición, que ahora se alojan en jurisdicciones que actúan como paraísos fiscales.

Sobre la base de los alrededor de 200.000 millones de dólares en derechos de imposición que deberían ser repartidos cada año en beneficio de los países donde esas multinacionales tienen realmente su actividad, el aumento de recaudación fiscal global se situará entre los 16.000 y 30.000 millones de euros. 

La organización dio a conocer este miércoles esas cifras coincidiendo con la publicación del texto de la convención multilateral que debe regular ese mecanismo, que no se abre todavía a la firma y sobre el que han emitido reservas Brasil, Colombia e India.

La principal razón de ese incremento es que las multinacionales tendrían que pagar impuestos por una parte de los beneficios ya no en las jurisdicciones en las que han decidido domiciliar muchas de sus entidades atraídas por los tipos impositivos extremadamente bajos, que actúan como paraísos fiscales, sino en los países en los que efectivamente tienen actividad y se producen beneficios. 

El objetivo nunca ha sido recaudar más impuestos

La organización hace hincapié en uno de sus documentos de información en que el objetivo primero de este futuro mecanismo, sobre el que hubo un acuerdo entre 135 países y jurisdicciones en octubre del 2021, nunca había sido aumentar los impuestos ni el dinero que se exige a estas grandes empresas.

La meta era responder a los desafíos de la digitalización de la economía, que en la práctica permite a muchas compañías hacer negocios en diferentes países sin prácticamente disponer allí de presencia física y desde el punto de vista legal establecer sus sedes en jurisdicciones de conveniencia para no pagar apenas impuestos.

Como contrapartida, los países que se sumen al sistema deberán suprimir los impuestos específicos que han proliferado, sobre todo en Europa, para gravar a los gigantes digitales, como la tasa Google. Una forma de dar certidumbre al mundo de los negocios, evitar dobles imposiciones y garantizar un tratamiento fiscal más equitativo entre los competidores de la economía digital.

La OCDE se esfuerza en subrayar que los países pobres y en desarrollo serán, al menos en términos relativos, los que más saldrán ganando con la redistribución de los derechos de imposición a las multinacionales.