España encabeza la confianza del consumidor en Europa, pese a la inflación
ECONOMÍA

Repunta a máximos de verano pese al freno de la actividad
08 ene 2024 . Actualizado a las 18:52 h.El frenazo económico sufrido en la zona euro durante el tercer trimestre —con una contracción del PIB de una décima en la región— dio paso a cierta mejora de la confianza de familias y empresas, que en la recta final del 2023 estuvo liderada por España, país que ha resistido con mejor nota que otras grandes economías el parón de la actividad.
Así lo pone de manifiesto el indicador de sentimiento económico (ESI, por sus siglas en inglés) publicado este lunes por Eurostat, en el que Italia y España presentan la mejor evolución de toda la región. En concreto, el índice subió en diciembre a 96,4 puntos en la zona euro, desde los 94 del mes anterior, impulsado sobre todo por la confianza del consumidor, el comercio minorista y también por el sector servicios.
El mejor registro desde abril
Es su mejor lectura desde abril del 2023. Y España se sitúa junto a Alemania y solo por detrás de Italia a la cabeza del índice que la oficina estadística comunitaria elabora a través de encuestas mensuales a empresas y consumidores de distintos sectores.
En concreto, el sentimiento económico en España mejoró 2,4 puntos, hasta sumar un total de 101,4, la mejor lectura desde agosto del 2023, en plena temporada de verano, con el número de turistas extranjeros rozando las cifras previas a la pandemia y sumando un nuevo récord en términos de gasto.
Por eso también sorprende que el repunte de diciembre se concentre sobre todo en la industria, cuyo sentimiento mejoró incluso por encima del experimentado por el sector servicios y por la propia confianza del consumidor, que, no obstante, también ha resistido de forma notable el envite de la inflación.
Y es que, pese a la tendencia descendente del IPC, el dato adelantado de diciembre se situaba aún en el 3,1 %, evidenciando que la lucha contra los precios elevados todavía no ha terminado.
De hecho, el sector minorista —es decir, las empresas encargadas de proveer bienes y servicios al consumidor final— ha sido el único, junto con la construcción, que empeora dentro de los componentes de este índice de sentimiento económico en España.