El director del proyecto Gama, con el que Altri llegará a Palas: «Nuestra exigencia medioambiental es superior a lo que marca la ley»
ECONOMÍA
![Finca Río Seco, donde se instalará Altri](https://img.lavdg.com/sc/vrxtbrHVKjmkF0WoLjhfRaH-O0I=/480x/2024/03/09/00121709988722165937996/Foto/L27A2044.jpg)
Bruno Dapena asegura que el estudio paisajístico se llevó a cabo siguiendo las directrices de la UNESCO
26 mar 2024 . Actualizado a las 12:20 h.El proyecto Gama, la fábrica de fibra textil que Greenfiber (Altri) pondrá en marcha en Palas de Rei es, en boca de su director, Bruno Dapena, «una iniciativa pionera a nivel mundial que situará a Galicia en la vanguardia de una nueva industria basada en la sostenibilidad, la innovación y la mejora continua». En este sentido, aseguran que el proyecto responde «a los más elevados criterios de exigencia».
La inversión de 900 millones que Altri tiene prevista en Galicia se llama proyecto Gama y su director explica que el proyecto «se basa en la economía circular y ha sido diseñado atendiendo a unos niveles de exigencia medioambiental muy superiores a los que marca la legislación europea, española y gallega». Dice también que la planta de Altri en Palas será la más moderna hasta el momento y que dispondrá de la tecnología más avanzada.
Energías renovables
Sobre el consumo energético, fuentes de Altri explican que la producción de energía térmica y eléctrica necesaria para el proceso será de origen renovable «a partir de la valorización de subproductos del proceso productivo».
Aunque la capacidad de la instalación está diseñada para captar un máximo de 46.000 metros cúbicos de agua cada día estiman que el volumen necesario será inferior a los 20.000. Sobre esto, Dapena dice que «se han hecho todos los esfuerzos técnicos necesarios para devolver el caudal obtenido para el proceso de producción al cauce natural, aguas arriba del punto de captación. Esto garantiza la calidad del agua, ya que la que alimenta la planta incluye la que se devuelve; es un proceso circular».
Desde Altri precisan que el agua utilizada en las distintas etapas es tratada previamente a su utilización en el proceso y en las instalaciones de depuración previstas en el proyecto, «de manera que una parte puede ser reutilizada en el proceso y el resto es devuelta al río en excelentes condiciones, incluso con niveles de calidad potencialmente superiores, de manera que no se producirían alternaciones en el estado actual del mismo».
Impacto vecinal
Otra de las preocupaciones a la hora de plantear el proyecto, exponen los responsables del proyecto Gama, son las afecciones a los vecinos a través de cuyos terrenos discurrirán las canalizaciones de agua y de electricidad. «Para lograrlo todas ellas irán instaladas bajo tierra, de modo que las fincas se verán afectadas de forma parcial y puntual durante el período de obras pero, al término de las mismas, los propietarios podrán disponer de ellas en las mismas condiciones que tenían».
El proyecto busca aprovechar la orografía y desniveles del terreno para intentar minimizar el impacto visual y el estudio paisajístico, aseguran, se llevó a cabo siguiendo las directrices de la UNESCO.