Los gallegos con rentas medias pagan 250 euros menos en el IRPF que los catalanes

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

CASTRO PARIS

Más de la mitad de las comunidades han rebajado el impuesto en los dos últimos ejercicios para compensar la inflación

12 mar 2024 . Actualizado a las 19:32 h.

La fiscalidad en España continúa siendo un sudoku con un resultado diferente para el bolsillo del contribuyente en función del territorio en el que resida. Esta es —de nuevo— la conclusión del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), el órgano especializado del Consejo General de Economistas de España (CGE), que este martes presentó una nueva edición de su estudio fiscal anual en el que radiografía los principales tributos por comunidades. Un ejemplo de esa brecha es el impuesto estrella de la recaudación, el IRPF, ya que un contribuyente con una renta media de 30.000 euros brutos al año pagará 242,26 euros menos si tributa en Galicia que si lo hace en Cataluña, que es la comunidad que más grava este tramo de ingresos. La diferencia de la factura, que en Galicia ascendería a 4.797,29 euros frente a los 5.039,55 catalanes, es aún mayor si se compara con un residente en el País Vasco, la región donde menos tributa este rango de ingresos: 4.547,52 euros, es decir, casi 500 euros menos que en Cataluña, prácticamente un 11 % inferior.

El documento del REAF también muestra que, en lo que respecta a las rentas más elevadas —las que superan los 160.000 euros brutos— pagarán menos IRPF a Hacienda si residen en Madrid (56.681,65 euros) y más si lo hacen en la Comunidad Valenciana (63.784,90), una diferencia de más de 7.100 euros. En este tramo, tener el domicilio fiscal en Galicia coloca al ciudadano en una situación tributaria intermedia en la tabla, ya que abonaría 59.132,40 euros, lo que supone casi 2.500 más que en Madrid pero 4.652 menos que en Cataluña.

El ejemplo que toman los economistas para hacer el cálculo es el de un contribuyente que tiene exclusivamente rentas del trabajo, menor de 65 años, soltero y sin hijos. Con este mismo supuesto, si ingresase menos de 20.000 euros brutos al año, pagaría lo mismo en todo el país, independientemente de la comunidad de régimen común en la que residiese: 1.772 euros. Su factura con el fisco solo sería diferente en el País Vasco y en Navarra, con 2.000 y 2.040 euros respectivamente.

Durante la presentación del Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2024, los expertos recordaron que en los dos últimos ejercicios, para tratar de compensar la escalada de la inflación, más de la mitad de las comunidades autónomas —once en total, y Galicia se adelantó y ya lo hizo con efectos en el 2022— habían rebajado el IRPF.

En cualquier caso, las diferencias persisten en el resto de los impuestos. Así, por ejemplo, heredar en Galicia es menos gravoso que en la vecina Asturias. En el caso de un hijo de 30 años, sin discapacidad, que recibiese de su padre 800.000 euros, de los que 200.000 corresponden a la vivienda (ejemplo usado por el REAF), no pagaría ni un euro en el lado gallego de la ría de Ribadeo (igual que en Andalucía, Baleares y Cantabria), pero desembolsaría más de 103.000 en la orilla asturiana, la cuota más elevada del país, más del doble que en Cataluña, que es la tercera tras Aragón, y 65 veces más que en Madrid.

Los economistas también aprovecharon para poner el foco sobre la necesaria reforma de la financiación autonómica, argumentando que se encuentra «en una situación de agotamiento».