La industria española exige un fondo común europeo para financiar la transición
ECONOMÍA
Piden emular el modelo norteamericano, dado que el 35% de las tecnologías esenciales aún no son económicamente viables
19 jun 2024 . Actualizado a las 14:13 h.«No basta con más ayudas sin una dimensión comunitaria», ha advertido este miércoles Carlos Reinoso, portavoz de la Alianza por la Competitividad de la Industria Española, la plataforma que aúna a las patronales de los sectores industriales más estratégicos para la economía española (generan el 60% de la riqueza anual).
La automoción y sus auxiliares, el refino, el papel, la industria química y farmacéutica, la alimentación, las cementeras, la minería y la siderurgia se han unido para pedir al nuevo Consejo Europeo que respalde la creación de un fondo común para financiar la transición de la industria y garantizar el éxito de la agenda industrial de la UE (2024-29) -orientados a reducir la dependencia de terceros países y a producir tecnologías claves en territorio comunitario-.
Según la organización, las empresas necesitan movilizar ingentes volúmenes de recursos públicos a escala europea para competir con sus rivales estadounidenses y chinos, quienes ya cuentan con sus propios fondos. Y para eso, se necesita un nuevo modelo permanente de financiación de las inversiones. No solo para aumentar el flujo de dinero, también para hacer un mejor reparto: «Ayudas a los países miembros, como los Next Generation (800.000 millones de euros), aun siendo positivas, tienen un efecto limitado, lo que va en detrimento de países con menor capacidad fiscal y de financiación para poder desplegarlas. Esto afecta negativamente a su capacidad para competir en igualdad de condiciones, y, en consecuencia, lastra la competitividad industrial y económica de la UE», alertan en un comunicado.
Gobiernos como el español, portugués, griego o el francés han presionado a sus homólogos para conseguir sacar adelante un instrumento que permita financiar la transición en las factorías, pero en algunas cancillerías, como la alemana, esta propuesta despierta suspicacias. «Europa necesita que, paralelamente a la transición hacia los objetivos innegociables del Pacto Verde, se impulsen medidas que potencien su competitividad industrialen el contexto global a través de un Acuerdo Industrial», desliza Reinoso. Y urge hacerlo porque, según estiman, el 35% de las tecnologías esenciales para esta transición todavía no son económicamente viables ni competitivas.
El ejemplo de Estados Unidos
Con esta tesitura, las compañías industriales sugieren seguir el ejemplo de Estados Unidos, que «sí han apostado por una política industrial unida». La ley norteamericana de reducción de la inflación (IRA), aprobada en agosto del 2022, prevé inversiones de 437.000 millones de dólares en los próximos diez años y 369.000 millones de ese montante se canalizará hacia el programa de acción climática, con créditos fiscales y ayudas directas. La Alianza advierte de que el IRA influirá en las decisiones de inversión de los principales sectores industriales intensivos en capital, lo que «pondrá en riesgo tanto las futuras inversiones en Europa como la continuidad de las cadenas de suministro, si no se emula la apuesta industrial del otro lado del Atlántico», apostilla Reinoso.