El presidente de la Reserva Federal estadounidense anticipa un abaratamiento de las hipotecas
23 ago 2024 . Actualizado a las 18:52 h.El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell, no ha defraudado las expectativas generadas ante su intervención en la tradicional reunión de banqueros centrales en Jackson Hole, en las montañas rocosas de Wyoming. Todos los ojos estaban este viernes puestos en él, a la espera de una señal de por dónde irá la política monetaria en Estados Unidos. Powell cumplió con el guion y anunció con rotundidad el inicio del recorte de tipos: «Ha llegado el momento de ajustar la política monetaria», afirmó. «La dirección a seguir está clara, y el calendario y el ritmo de los recortes de tipos dependerán de los datos que vayan llegando, de la evolución de las perspectivas y del equilibrio de riesgos». El presidente de la Fed expresó su mayor confianza en que la inflación está en la senda de la sostenibilidad, caminando hacia el 2%, y que ahora ha llegado el momento de «consolidar la estabilidad de precios sin debilitar más el mercado laboral».
Empleo más débil
Los últimos datos del mercado de trabajo han hecho que Powell fuera más claro y decidido de lo que esperaban los analistas. La creación de empleo no ha sido tan robusta como se pensaba. De hecho, esta misma semana la oficina estadística del país norteamericano tuvo que rectificar sus registros y borrar de un plumazo 818.000 puestos de trabajo entre abril del 2023 y marzo del 2024.
El aumento del desempleo y el frenazo en el ritmo de contrataciones así como una menor subida de los salarios han llevado al presidente de la Fed a concluir que el equilibrio de riesgos (inflación frente a empleo) ha cambiado y gana peso la defensa del mercado laboral. Este ahora no parece que suponga ya un riesgo inflacionario. «No queremos que se enfríe más (el mercado laboral)», aseguró Powell.
La tasa de paro está en el 4,3 %, un punto más que hace un año y la más alta desde octubre del 2021, aunque gran parte del aumento no se debe a despidos sino al aumento de la población activa. Powell subrayó en su discurso que la Fed hará todo lo posible para apoyar un mercado laboral fuerte a medida que la economía avanza hacia la estabilidad de precios y ha expresado su confianza en que «con una reducción adecuada de la política (monetaria)» hay buenas razones para pensar que la economía volverá a una inflación del 2% mientras se mantiene un mercado laboral fuerte.
Amplio margen de bajada
La Reserva Federal tiene un amplio margen para ir recortando tipos, puesto que en la actualidad se encuentran entre el 5,25% y el 5,5% y no se ha aprobado bajada alguna desde marzo del 2020, en plena pandemia. El precio del dinero en Estados Unidos está en su nivel más alto desde marzo del 2021, tras año y media de subidas para combatir la inflación más alta en décadas. Por eso, algunos analistas creen que Powell ha pecado de cauteloso.
Varios miembros de la Fed estaban dispuestos a bajar los tipos hace un mes, como reflejan las actas de la reunión. Y es que no son pocos los que consideran que Powell ha actuado tarde. Según el calendario que maneja el organismo, se volverán a reunir el 18 de septiembre. El mercado ya da por descontada la bajada de tipos, aunque la mayoría de los analistas apuntan a un recorte del 0,25%. Las bolsas estadounidenses celebraron este viernes con subidas el anuncio de Powell, pero se fueron desinflando a lo largo de la jornada. Al cierre de esta edición, el Nasdaq 100 —donde cotizan empresas como Tesla, Apple o Amazon— cedía casi un 1,7%.
El mensaje también se ha seguido con interés en Europa puesto que una bajada de tipos en Estados Unidos aliviaría la presión sobre el Banco Central Europeo (BCE), para que pueda hacer lo mismo en su reunión del 12 de septiembre y mantener así la paridad con el dólar. El euro necesita ver por el retrovisor al billete verde. Si la moneda estadounidense se revaloriza demasiado, se encarecerán las importaciones a la UE, incluida la energía. Pero si, por el contrario, se abarata demasiado, el euro se vería obligado a seguir esta estela para no dañar la actividad exportadora (a los clientes de países terceros les resultaría más difícil comprar a la UE al tener una moneda muy fuerte al cambio).
Después de la señal de la Fed, se afianza la creencia de que el BCE volverá a bajar tipos en septiembre, aliviando el peso sobre los hombros de las familias europeas hipotecadas.