Crisis de la vivienda en Europa: «Requerirá inversiones de 50.000 millones de euros al año»
ECONOMÍA
Bruselas reformará las ayudas de Estado para promover la inversión en la construcción de inmuebles asequibles
09 oct 2024 . Actualizado a las 19:57 h.En el continente más rico del mundo, hay 11 millones de viviendas vacías, 29 millones de hogares residiendo en infrainmuebles y 1,3 millones sin tan siquiera un techo bajo el que vivir. La crisis habitacional se abre paso en la Unión Europea (UE) a un ritmo endiablado. Tanto es así que, por primera vez en su historia, tendrá un comisario dedicado a esta materia: Dan Jørgensen.
A la espera de su ratificación oficial, este miércoles fue el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, quien compareció ante el Parlamento Europeo, para esbozar los planes de la institución para atajar un problema que ya está ahogando a la clase media en la mayoría de los países miembros.
El griego ha admitido que el acceso a una vivienda sostenible, decente y asequible «continúa siendo un problema importante» un año después de abordar por primera vez el tema en el hemiciclo. Por eso Bruselas lanzará un plan específico con medidas en materia de construcción, ayuda técnica a ayuntamientos y Gobiernos, instrumentos de planificación e inversiones. «Necesitamos recursos adicionales y utilizar mejor los existentes para acabar con las brechas de inversión en el sector de la construcción y para mejorar la oferta», reconoció Schinas, antes de anunciar que la inyección de liquidez adicional que prevén movilizar por medios públicos y privados permitirá a los Estados duplicar sus inversiones en viviendas asequibles. Además, Bruselas ha decidido abrazar uno de los principales reclamos de las cancillerías: revisará las reglas en materia de ayudas de Estado para promover la construcción y rehabilitación de inmuebles, con el fin de ofertarlos a precios razonables.
Se estima que la UE necesita invertir entre 50.000 y 57.000 millones de euros adicionales al año para acabar con la crisis de la vivienda. El interrogante es el origen de ese dinero. La Comisión prevé echar mano de los fondos europeos, también del programa Invest EU y del Banco Europeo de Inversiones (BEI), pero necesitará animar también a los inversores privados.
A la espera de saber cómo articulará Bruselas su plan, los eurodiputados han puesto sobre la mesa sus propuestas. Los socialdemócratas europeos han exigido regular los precios de los alquileres «para evitar subidas abusivas», invertir más en vivienda social, no tener en cuenta ese gasto a la hora de medir el cumplimiento del objetivo de déficit y poner coto a los pisos turísticos. «La vivienda es un derecho, no un negocio», deslizó su presidenta, Iratxe García.
Muchas voces en el hemiciclo pidieron mejorar la gestión de las inversiones en vivienda para evitar que solo salgan ganando las empresas promotoras. Se puso como ejemplo el caso de Berlín. En la capital alemana el sector movilizó 40.000 millones de euros en la última década, y en la actualidad es una urbe inasequible para la mayoría de rentas.
Algunos miembros de la Eurocámara negaron que el problema sea de escasez de inmuebles: «Tenemos 11 millones de casas vacías y algunos se empeñan en liberalizar más el suelo sin poner coto a los especuladores [...] Hay que intervenir ya el mercado para bajar ya los alquileres», aseveró Vincent Marzà (Sumar).
Algunos intervinientes pidieron a la Comisión que incentive a los Gobiernos a gravar con más dureza los alquileres de corta duración y ofrecer más seguridad jurídica a los pequeños propietarios.
Los partidos de extrema derecha pusieron el foco en la excesiva burocracia y el impacto que están teniendo las nuevas normas de eficiencia energética de la UE por encarecer el precio de construcción y de alquiler en el mercado, reduciendo la oferta.
La polémica se traslada a España
Buena parte del debate lo monopolizó España que, junto a Portugal, es el país donde más están creciendo los precios de la vivienda. Desde la bancada conservadora, Rosa Estaràs (PPE), culpó al Ejecutivo de Pedro Sánchez de la crisis habitacional: «Desde que intervinieron el mercado, el alquiler ha subido un 32%, se ha reducido la oferta un 15% y ha disminuido un 36% la inversión inmobiliaria», denunció, antes de detallar su propuesta: proveer de más suelo y rehabilitaciones para aumentar la oferta y enfriar los precios, reducir las trabas burocráticas declarando la emergencia habitacional, plantear deducciones y mejorar la seguridad jurídica de los propietarios, creando un registro europeo de okupas.
Frente a estas recetas, la izquierda planteó restricciones a la compra de viviendas a manos de los grandes fondos de inversión. «¿Por qué el precio de la vivienda está por las nubes si es un derecho fundamental de los ciudadanos? Porque en el 2023, el 80% de las compras de edificios destinados al alquiler fueron a manos de extranjeros», puntualizó la eurodiputada de Podemos, Irene Montero, antes de instar a intervenir los precios de la vivienda y «crujir a impuestos» a los «fondos buitre». «¿Por qué no se les prohíbe comprar vivienda o poner la mitad de ellas en alquiler social?», sugirió. En esa misma línea se expresó Jaume Asens (Sumar): «¿Saben cuánto cuesta hoy un piso de 60 metros cuadrados en Madrid? 1.200 euros de media. ¿Cuántos jóvenes no pueden acceder a él? El 70%. Es una vergüenza», aseveró, antes de instar a sumarse a las movilizaciones del próximo domingo para demandar soluciones.
El jefe de la delegación de Vox en el Parlamento Europeo, Jorge Buxadé, intervino durante el debate para proponer seis medidas: liberar suelo; eliminar y bajar impuestos (IVA cero a la primera vivienda y fin de la plusvalía municipal), no fomentar la inversión especulativa beneficiando al capital extranjero, renunciar a los «delirios climáticos» de la UE que encarecen los precios, combatir la okupación y desplegar planes nacionales de viviendas baratas. «En 15 años en España se llegaron a construir 4 millones de casas. En el 2023, solo 5.000 pisos, y la mitad de alquiler», aseguró para poner énfasis en la escasez de obra nueva.