El Ministerio de Defensa ha seleccionado las ofertas de la japonesa Mitsubishi y la alemana ThyssenKrupp para continuar en la licitación
12 nov 2024 . Actualizado a las 14:21 h.El Ministerio de Defensa de Australia ha excluido a Navantia del concurso para la fabricación de 11 fragatas para su Armada, licitación en la que se medía a las firmas coreanas Hyundai Heavy Industries (HHI) y Hanwha Ocean; así como a la japonesa y Mitsubishi Heavy Industries y la alemana Thyssenkrupp Marine Systems. Únicamente estas dos últimas continúan en el proceso, e integran la bautizada como lista corta en el programa. La compañía española, que elude pronunciarse al respecto, ofertó el modelo Alfa 3000, un tipo de buque más pequeño que las dos generaciones de fragatas que han salido del astillero ferrolano, las F-100 y las F-110.
Finalmente, la Defensa de las antípodas tendrá que elegir entre los modelos alemán Meko A-200 y el japonés Mogami 30FFM, mientras que el español y el coreano Daegu class FFX Batch II and III no han suscitado el interés en el país, según divulgó la cadena pública australiana ABC. Citó a fuentes del Comité de Seguridad Nacional, quienes aludieron a la elección de las dos mencionadas compañías navales para optar a un contrato que supera los 6.700 millones de euros.
El Gobierno australiano había establecido en los requisitos iniciales del concurso que las tres primeras unidades serían fabricadas en el astillero que designase la empresa ganadora, mientras que los restantes se ejecutarán en la factoría de Henderson (Perth), que está siendo acondicionada. Esta planta será una de las ubicaciones estratégicas para la materialización de los futuros buques previstos en el plan de renovación de la flota del país.
Según había divulgado la Defensa australiana, el diseño ganador de las nuevas fragatas se dará a conocer el próximo año, con el fin de «cortar el acero en el 2026» y entregar el primer buque «a finales de la década».
Navantia experimenta un nuevo varapalo en un país para el que ha construido gran parte de sus últimos barcos militares. En concreto, dos megabuques y otros tantos barcos de aprovisionamiento en combate -estos en la antigua Bazán ferrolana-; 12 lanchas de desembarco -en la planta de San Fernando- y tres destructores basados en las fragatas F-100 españolas, en las instalaciones de ASC en Adelaide.
La empresa que preside Ricardo Domínguez, que cuenta con una filial en Australia, ya se había quedado excluida del anterior programa de fragatas, en donde compitió con la británica BAE Systems. Esta última ganó el pedido para fabricar nueve unidades, pero problemas con su ejecución han llevado al Gobierno del país a reducir el contrato a seis barcos.