El problema no es Trump, la UE «no está funcionando como un mercado único»
ECONOMÍA
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, admite que su reelección agrava la amenaza existencial a la que se enfrenta el bloque
24 ene 2025 . Actualizado a las 13:19 h.La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, considera que Europa se enfrenta a una amenaza existencial, que puede verse agravada por la postura de Donald Trump al frente del Gobierno de Estados Unidos, ante la que los líderes políticos, las empresas y los legisladores deben «ponerse manos a la obra» para convertirse en un auténtico mercado único.
Durante un coloquio en la última jornada del Foro Económico Mundial, celebrado en Davos (Suiza), la presidenta del BCE ha enumerado una serie de indicadores que juegan a favor de la posición de Europa, incluyendo sus niveles de deuda sobre el PIB, el déficit, la tasa de inflación o la evolución a la baja de los tipos de interés, así como la enorme cantidad de talento y de ahorros en el Viejo Continente.
La francesa, sin embargo, ha señalado que la UE necesita de una unión bancaria y una unión del mercado de capitales -esto facilitaría el crecimiento a mayor escala de las empresas europeas-, además de mantener el talento en casa, preservar en casa los ahorros europeos y ser capaces de atraer trabajadores cualificados desde otros lugares.
Asimismo, ha recordado las quejas de la excesiva burocracia y los trámites en Europa, algo que criticó abiertamente y con dureza Donald Trump en el Foro de Davos ayer, lo que para la francesa supone «una llamada de atención» para los que tienen puestos de decisión en la UE, que se debe tomar muy en serio y responder rápidamente a ella.
Ante los cambios que puedan introducirse en las políticas estadounidenses, la banquera central de la eurozona considera que estos representan un desafío, pero también una gran oportunidad para revisar y decidir si Europa quiere o no ser un actor clave.
De este modo, ha defendido que si Europa fuera un mercado único, como afirma ser, equivaldría a suprimir un 40% de aranceles aduaneros sobre los bienes comercializados dentro de Europa y el 110% de los aplicados sobre sus servicios.
«No está funcionando como un mercado único», ha lamentado Lagarde, para quien la verdadera cuestión para los europeos, las empresas y los responsables políticos «es ponerse manos a la obra y hacerlo».
Defensa de las reglas de juego
Por otro lado, cuestionada sobre la opinión de Donald Trump de que la UE está tratando «muy injustamente y muy mal» a Estados Unidos, la presidenta del BCE ha apuntado que el líder estadounidense está prestando especial atención a la balanza comercial, algo que debe analizarse con mucho cuidado y analizar también los intercambios de servicios y la cuenta de capital.
«No puede ser simplemente blanco y negro», ha respondido Lagarde, para quien «tiene que haber negociaciones» y unas relaciones comerciales organizadas en un marco que dé confianza a los socios, por lo que no puede tratarse simplemente de eliminar todas las reglas e ignorar las instituciones, porque se trata «de que todos operemos juntos».
«Así que, sí, nos sentamos a la mesa, sí, negociamos, sí, algunos países están en una posición más fuerte que otros, pero todos nos necesitamos unos a otros», ha defendido.
«Toda la literatura que hay sobre estabilidad, sobre equilibrio económico, siempre nos recuerda que las instituciones tienen un valor enorme y que los marcos están ahí para que los jugadores conozcan las reglas del juego», ha añadido la francesa, subrayando que, se trate del comercio o las regulaciones financieras, tener marcos tiene sus valores y luego «que los mejores pueden ganar, pero dentro de un conjunto de reglas. Así es como tiene que funcionar el mundo».
Kristalina Georgieva (FMI): «¿A dónde fue el capital con sus piernas largas? A Estados Unidos»
En la misma línea se expresó la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, quien considera que Europa debería tener más confianza en sí misma y trasladar al resto del mundo ese mensaje más asertivo, además de completar la unión de sus mercados de capitales para poder competir con Estados Unidos.
Las proyecciones del FMI, mucho más optimistas para el crecimiento de Estados Unidos que en la eurozona, reflejan en gran medida el distinto ritmo de crecimiento de la productividad.
De este modo, la elevada productividad de Estados Unidos refleja, además del acceso a una energía abundante y relativamente barata, cómo los mercados de capital asignan dinero a empresas dinámicas, porque la tecnología se convierte en inversión empresarial y luego rápidamente crece hasta convertirse en empresa.
«El capital tiene que tener piernas largas e ir a donde pueda hacer la mayor diferencia, y si miramos al capital, ¿adónde fue el capital con sus piernas largas? Se fue a los Estados Unidos», ha resumido Georgieva.