La cantante Sheryl Crow vende su Tesla y las protestas llegan a los concesionarios: la ideología de Musk hunde los «swasticars»

Iago García
IAGO GARCÍA REDACCIÓN

ECONOMÍA

A la izquierda, Shery Crow tras vender su Tesla. A la derecha, manifestación frente a un concesionario en Seattle.
A la izquierda, Shery Crow tras vender su Tesla. A la derecha, manifestación frente a un concesionario en Seattle. INSTAGRAM | @sherylcrow / EUROPA PRESS

Desde que el magnate propietario de la marca se integró en el ejecutivo estadounidense abanderando recortes en el Departamento de Eficiencia Gubernamental, el rechazo a unos coches eléctricos que antes eran considerados símbolo de modernidad y ecología se ha multiplicado exponencialmente

18 feb 2025 . Actualizado a las 15:46 h.

Según publicaba la revista Forbes a comienzos de este año, Elon Musk es actualmente, con 91.000 millones de dólares, el hombre más rico del mundo. Una fortuna obtenida gracias a una indudable capacidad emprendedora y visionaria, formando parte de la fundación de empresas punteras como la de ingeniería aeroespacial Space X, las vinculadas con la inteligencia artificial Neuralink y OpenAI o, en su día, PayPal. Además, quizás su cargo empresarial más conocido es el de ser director ejecutivo de la marca de coches eléctricos Tesla, pionera en movilidad eléctrica desde el año 2003 y aún a día de hoy un escalón por encima de su competencia en cuanto a autonomía, prestaciones y relación precio-producto. Sin embargo Musk, rico desde la cuna y criado en Pretoria (Sudáfrica) por madre canadiense y sudafricano blanco es ideológicamente conservador, para algunos supremacista y, desde que inyectó para la última campaña presidencial de Donald Trump 270 millones de dólares, su mano derecha. Una mano, la derecha, que este padre de 13 hijos pronatalista no dudó en alzar emulando el saludo nazi durante la última proclamación del republicano en el que es ya su segundo mandato en la Casa Blanca. Trump le puso a cargo del Departamento de Eficiencia Gubernamental, nombre técnico que en los titulares de prensa se traduce como «recortes» y «tijeretazos» a aquello que, según el nuevo Gobierno estadounidense, supone gasto superfluo.

Tal y como indica el New York Times, el departamento liderado por Musk ya opera en 19 departamentos y podrá «contratar a no más de un empleado por cada cuatro que se vayan». Esta reducción drástica de partidas presupuestarias y trabajadores del Estado está teniendo ya consecuencias en la ayuda internacional estadounidense, los servicios médicos o la educación.

Los negocios de Musk ya no están bien vistos

Las políticas de ahorro lideradas por el DOGE de Musk (siglas en inglés de Department of Governement Efficiency) y su cada vez más notorio posicionamiento en la ideología ultraconservadora no le están saliendo tampoco gratis al multimillonario, especialmente en lo que a Tesla se refiere. En 2024 cayeron las ventas de estos coches por primera vez en la historia. Pedir el voto para la ultraderechista de la AfD Alice Weidel en Alemania provocó un 60 % menos de ventas el país germano. Y tal y como publicamos en La Voz, el empleo de la red social X, de la que también propietario, para promocionar conspiraciones de extrema derecha y cargar contra el «virus woke de la mente despierta» ha hundido su imagen entre sus clientes progresistas.   

Sheryl Crow vende su coche y dona el dinero a un ente «recortado» por Musk

«Mis padres siempre decían... eres con quien pasas el rato. Llega un momento en el que tienes que decidir con quién estás dispuesto a alinearte. Hasta luego Tesla», decía adiós a su vehículo montado en una grúa la cantante y actriz estadounidense Sheryl Crow (Misuri, 1962), autora de éxitos como If it Makes You Happy o All I Wanna Do.  

El dinero que Crow obtuvo por la venta irá para NPR, servicio de radiodifusión público de Estados Unidos que ya nota la «motosierra» no de Milei, sino de Musk, en sus micrófonos. «Dinero donado a NPR, que está bajo la amenaza del presidente Musk, con la esperanza de que la verdad seguirá encontrando su camino a aquellos dispuestos a conocer la verdad», empleaba irónicamente la artista el término «presidente» para referirse al magnate. 

Crow no ha sido ni mucho menos la última en sumarse al boicot a Tesla. En los concesionarios estadounidenses de la marca, que pierde clientes cada día, proliferan las manifestaciones en contra de Elon Musk, donde los asistentes se refieren a él directamente como «nazi» dedicándole pancartas en las que llaman a no comprar unos vehículos bautizados como «swasticars». En Reino Unido también se han producido protestas mientras propietarios de coches de la marca californiana emplean pegatinas tomándose con humor la situación: «Comprado antes de saber lo horrible que es» o «lo compré antes de que Elon se volviera loco» son algunas de ellas. 

«Eres un multimillonario. No has sido elegido ni confirmado por el Congreso», recogía el testimonio de un manifestante una pieza de Informativos Telecinco. La animadversión ha llegado también a Europa. En el exterior de la fábrica de Tesla en la ciudad alemana de Brandeburgo, activistas realizaron una proyección en la fachada en la que se leía «Heil Tesla», aprovechando el polémico gesto de Musk durante la última investidura de Trump.  

En el último mes la cotización de Tesla ha caído un 16 % después de años ofreciendo rendimientos espectaculares a sus accionistas.
En el último mes la cotización de Tesla ha caído un 16 % después de años ofreciendo rendimientos espectaculares a sus accionistas. GOOGLE FINANCE

El rendimiento bursátil de Tesla se está viendo afectado por el rechazo creciente hacia la marca. Así, el brutal crecimiento de las acciones de la compañía, que en el último año se revalorizaron un 80 %, llevan de capa caída desde que Musk se integró en el ejecutivo estadounidense, perdiendo un 16 % de su valor en los últimos 30 días.