Un juez anula un recibo de más de 15.000 euros de luz de una usuaria a la que durante año y medio le facturaron menos de lo que consumía
ECONOMÍA
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La consumidora, dueña de una lavandería, avisó de la incidencia, pero la distribuidora de electricidad tardó 16 meses en inspeccionar el contador
24 feb 2025 . Actualizado a las 13:37 h.El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Pontevedra ha confirmado la anulación de una factura complementaria de electricidad por importe de 15.640 euros remitida a una consumidora a la que UFD Distribución (la distribuidora de electricidad de Naturgy) acusó de manipular el contador para pagar menos. La resolución judicial desestima el recurso interpuesto por la empresa frente a la resolución de la Xunta que estimó la reclamación de la afectada contra ese recibo. El magistrado considera probado que la compañía no demostró el hipotético fraude y que la tardanza en la detección de la anomalía se debió «a la propia negligencia de UFD», por lo que concluye que no procedía efectuar facturación complementaria alguna.
Así, el fallo explica que el origen del caso se remonta al momento en el que la consumidora cogió el traspaso de una lavandería en Vigo en el 2021. Desde la primera factura que se le giró a su nombre, la mujer le comunicó a la comercializadora que había una anomalía, al apreciar que se le cobraba un consumo inferior al real, por lo que el juez concluye que «la consumidora obró con buena fe en cuanto detectó el problema». A partir de ese momento, la comercializadora con la que la empresaria tenía contratada la electricidad comunicó la incidencia a la distribuidora que gestiona la red (UFD), pero esta último tardó 16 meses en acudir a inspeccionar el contador.
Ante esa demora, el juez concluye en su sentencia que fue la empresa demandante «la culpable, con su desidia y negligente inactividad, de la consolidación y prolongación en el tiempo del supuesto registro defectuoso [a la baja] del consumo real de energía eléctrica del local», y que ello constituye un incumplimiento de su obligación legal de mantener sus equipos en buen estado de funcionamiento.
A mayores, la sentencia añade que el informe técnico emitido por un ingeniero técnico industrial de la Xunta demostró que no existía evidencia alguna «de que se hubiese cometido un fraude de manipulación del contador». El técnico explicó que en ese año en el que se produjo la incidencia se modificó la normativa de tarifas eléctricas, que se simplificó, pasándose a un sistema de seis períodos horarios, un modelo para el que el contador del local no era compatible. «Probablemente, para adaptarlo se procedió en ese año 2021 a su desprecinto para modificar las conexiones, modificándose la caja de bornes», indicó el perito, quien defendió que «no se reprogramó adecuadamente y no se volvió a precintar correctamente la caja de bornes», por lo que se halló desprecintada, pero no el contador en sí. Por ello, concluyó que los indicios manifestados en las fotografías que presentó UFD «no son los típicos de un fraude», pues «para tal fin lo normal es que se hubiese realizado un puente».
A esto se suma, añade el juez, que el sistema utilizado por UFD para realizar la inspección del contador no fue muy ortodoxo y generó «patente indefensión a la consumidora», pues fue llevada a cabo «por un técnico no independiente, sin avisar a la consumidora, con una mera prueba fotográfica, sin sello de autenticidad ni marca de fecha fidedigna, cuyo autor ni siquiera ha sido llamado como testigo».
La sentencia es firme, pues contra ella no cabe interponer recurso de apelación.