La venta del británico TSB presiona al Sabadell para crecer en España si fracasa la opa

clara alba MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Exterior de la sede central del Banco Sabadell
Exterior de la sede central del Banco Sabadell David Zorrakino | EUROPAPRESS

El banco intentará demostrar en su nuevo plan estratégico que será capaz de mantener el ritmo de captación actual

10 jul 2025 . Actualizado a las 20:10 h.

El Banco Sabadell ultima sus planes de futuro en solitario para estar preparado en caso de que sus accionistas decidan no acudir a la opa del BBVA. La entidad presentará el 24 de julio su nuevo plan estratégico, justo antes de que la CNMV dé su visto bueno a la oferta del banco vasco. Unos días después se abrirá el período de aceptación que, si todo va según lo previsto, se extendería hasta entrado septiembre. La nueva hoja de ruta incluirá los objetivos de crecimiento hasta el 2027 de la catalana, que, según apuntan los analistas, tendrá que redoblar esfuerzos para seguir ganando negocio en España, ahora que ya no contará con la aportación positiva de su filial británica TSB, vendida la pasada semana a Banco Santander por 3.100 millones de euros.

El movimiento, que aún debe ser aprobado en una junta extraordinaria el 6 de agosto, permitirá al banco presidido por Josep Oliu abonar a sus accionistas —si rechazan la oferta de BBVA— un macrodividendo de 2.500 millones. Pero también lo obligará a replantear su estrategia en casa, de donde colgará todo el peso para mejorar la rentabilidad. «Sabadell se ha convertido en un pure player español al poner fin a la diversificación geográfica», apunta la agencia de rating Scope en un informe publicado esta semana. La firma recuerda que el negocio británico representó el 14 % de los beneficios del grupo el pasado año. «Al eliminar sus operaciones en el extranjero, se verá presionado para acelerar su crecimiento en España», insisten.

Crecimiento orgánico o fusión

La gran duda es si será capaz de hacerlo de forma orgánica o tendrá que reactivar antiguos planes de fusión, que recientemente han situado a Abanca o Unicaja en el radar de la vallesana. Abanca ya negó rotundamente su interés en una unión con el Sabadell. Por su parte, Unicaja tampoco es un objetivo fácil, sobre todo porque la Fundación controla un tercio del banco, con lo que una opa sería un proceso complicado.

Desde Scope Ratings advierten de que el importe de la venta del TSB, al destinarse al dividendo, «no aumentará los recursos del grupo para apoyar un crecimiento acelerado o futuras operaciones de fusiones y adquisiciones, lo que, en nuestra opinión, limita cualquier posibilidad de escalabilidad relevante a medio plazo».

Ya sea orgánica o no, el Sabadell tiene que buscar la fórmula para, al menos, mantener el ritmo de crecimiento en el país, teniendo en cuenta además que el Reino Unido proporcionaba una oportunidad de equilibrio para mitigar los efectos de una posible desaceleración de la economía española. «Será difícil porque ahora los dos bancos —tanto el BBVA como el Sabadell— están echando el resto en las sucursales para contar con la mejor foto posible ante los accionistas de cara a la opa», explicaba un directivo bancario. Un ejemplo es que solo en el primer trimestre, el Sabadell logró elevar su crédito vivo en un 5 % interanual hasta los 158.308 millones a cierre de marzo. «Las mejoras adicionales dependen ahora plenamente de la capacidad del Sabadell para hacer crecer orgánicamente sus operaciones nacionales», insisten los analistas.

Escrivá considera que la tramitación de la operación «está durando demasiado»

 F. M. /  Madrid / Colpisa

El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, criticó este jueves la excesiva duración del proceso de opa del BBVA sobre el Sabadell, asegurando que «más de un año» es un plazo demasiado largo desde el punto de vista del supervisor bancario. Señaló que el actual modelo, con múltiples instancias interviniendo en momentos distintos —desde el Gobierno hasta la CNMC o la CNMV— introduce una complejidad que retrasa innecesariamente este tipo de operaciones.

«Nosotros ya nos pronunciamos hace un año», insistió en el foro Finanza. La cuestión es que el Banco de España ya emitió el pasado verano al BCE un informe favorable a autorizar la opa. Una vez recibido el visto bueno de las instituciones europeas, la operación inició un recorrido lleno de obstáculos, que ha desembocado en nuevas exigencias por parte del Gobierno central, incluidas condiciones más estrictas y la prohibición de culminar la fusión durante al menos tres años.

Escrivá, que recordó que la decisión final sobre la opa es de los accionistas del Sabadell, aprovechó para instar a una revisión del marco legal que regula estas operaciones, aún circunscritas a un ámbito «estrictamente nacional». A su juicio, esta limitación refleja una de las grandes carencias del sistema financiero europeo. Por ello, defendió avanzar decididamente hacia una verdadera unión bancaria que permita el desarrollo de bancos transfronterizos, de mayor tamaño y capacidad, que puedan competir en igualdad de condiciones en los mercados internacionales, algo de lo que dependerá en gran medida la solidez del sistema europeo y su capacidad para impulsar la economía estratégica del continente.