Luis Carnota: «El 90% de las empresas no pagan las horas efectivas de trabajo»

Cristina Porteiro
c. porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Cedida

El portavoz de la Plataforma de Conductores Asalariados adelanta que el próximo 28 de septiembre solicitarán la aplicación de coeficientes reductores para disfrutar antes a la jubilación

20 ago 2025 . Actualizado a las 15:59 h.

Salarios modestos, condiciones de trabajo espartanas y falta de profesionalización. Son los tres ingredientes que moldean el sector del transporte en Galicia, según el portavoz de la Plataforma de Conductores Asalariados, Luis Carnota. Contactó con este medio tras leer las denuncias de conductores obligados por sus empresas a ocultar horas de trabajo.

—¿Cómo de extendido está ese uso irregular del tacógrafo?

—Está generalizado. El 90% de las empresas no pagan las horas de trabajo que no sean conducción. El tacógrafo tiene varias posiciones. Cuando el camión está en ruta, cuenta de forma automática el tiempo de conducción. Cuando tú paras el camión y quitas el contacto, el tacógrafo pasa a estar en modo descanso. Lo que pasa es que en el medio hay otras dos funciones que hay que poner de forma manual. Una, cuando se realizan trabajos distintos a la conducción («martillos») —papeleo, sujeción, repostaje, carga y descarga, lavado o llamadas—. Otra, es la posición de presencia —disponibilidad— [...] Los empresarios presionan a los conductores para que no usen ni «martillos» ni tiempo de presencia. Como resultado, haces jornadas de 15 horas. Hacen pasar ese tiempo de disponibilidad o de trabajo como si fuese descanso.

—¿Cuántas horas al mes podrían quedar sin declarar y sin cobrar?

—Si se marcasen todas las actividades bien en el tacógrafo, la media debería estar en las 160 horas de trabajo efectivo al mes. Pero dudo que se baje de las 250. Algunos rebasarán las 300.

—¿Es habitual trampear el registro de jornada?

—Sí. Se le ordena al conductor retirar la tarjeta personal para que parezca que está descansando. En Galicia, por ejemplo, es muy habitual que los camioneros que llevan pescado a Mercamadrid retiren la tarjeta al llegar y se muevan por allí sin ella. Es una irresponsabilidad porque puede tener un accidente y él sería el responsable. Por no hablar de que acaban reventados.

—¿Han recibido alguna respuesta de las autoridades?

—Ninguna. Ni de la Dirección xeral de Movilidade, ni Inspección, ni Trabajo ni de Transportes. Y saben, porque acuden, que los cursos de formación se hacen en fin de semana, cuando se supone que deberíamos estar descansando. Están al servicio de los grupos empresariales. No están haciendo su trabajo de control.

«Puede llegar a romperse la cadena logística. No es algo tan lejano»

—Se trata de una profesión dura. ¿Cómo son las condiciones salariales y laborales? ¿Han mejorado?

—Tenemos unos convenios, pero son papel mojado. Vas a pedir trabajo y te dicen que te pagan 2.000 euros y se acabó. Luego ellos construyen una nómina para darle apariencia de legalidad. En realidad te pagan un salario base, pongamos de entre 1.300 y 1.500 euros, con plus de distancia. El resto lo meten en dietas, que no cotizan y que los conductores procuran no gastar, comiendo en el camión, para llevar algo a casa después de 15 o 20 días [...] Las condiciones de trabajo no son las adecuadas en el siglo XXI. Muchos también duermen en los vehículos, no socializan y pueden estar a 35 o 40 grados atando la mercancía [...] Las autoridades tienen que ponerse las pilas y dejar de mirar para otro lado. Saben de la problemática, pero tienen pánico a los empresarios porque si paran los camiones, paran el país, se cargan la economía.

—¿No les aplican coeficientes reductores para adelantar la jubilación?

—No. Precisamente la idea es que sindicatos y patronales presentemos la solicitud el próximo 28 de septiembre.

—¿A qué atribuye el problema de vacantes en el sector?

—El mayor problema no es que falten conductores, sino que los que estamos al volante y nos gusta este trabajo lo queremos dejar. ¿Cómo te va a venir gente joven en estas condiciones? Por eso la tienen que ir a buscar fuera [...] Si se cumpliera la normativa laboral, esta sería una profesión mucho más atractiva. Pero para eso, el empresario tiene que tener formación y estar preparado. No vale con ser un buen conductor y dedicarte a comprar camiones. Hay que planificar bien el trabajo, conocer la legislación, aplicarla y saber negociar con los clientes. Tampoco creo que haya ningún empresario decente que quiera tener a su gente descontenta y entiendo que no pueden hacer milagros, pero si queremos que sea atractivo, lo fundamental no es solo el dinero, sino las condiciones que tienen que dar a la gente. Si eso no ocurre, van a tener un problema muy serio. Puede llegar a romperse la cadena logística, como ocurrió en el Reino Unido. No es algo tan lejano [...] Haciendo trampas, lo único que van a conseguir es que haya más accidentes y que la gente se canse.

—Comenta que el sector en Galicia está muy atomizado. ¿Les perjudica?

—Sí. Las empresas son muy pequeñas. No pueden competir con los grandes operadores. Si quieren un mínimo de rentabilidad, le cargan el peso al conductor asalariado. Por eso no pagan horas, no cumplen la jornada laboral... El sector se tendrá que reconvertir, con una mayor concentración.

—Aún recordamos las dos últimas huelgas del transporte. ¿Sirvieron para algo?

—No. De hecho, no fueron huelgas, fueron cierres patronales porque las organizaron empresas. Los conductores asalariados jamás hemos organizado una huelga. La última, si no recuerdo mal, fue en Pontevedra en 1996.