
Los expertos empiezan a inclinarse por los activos de deuda de alta calidad crediticia con vencimientos a medio plazo
12 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Las advertencias de los expertos sobre una sobrevaloración de los activos financieros se suceden. El foco está puesto en las bolsas. Varias de las principales del mundo han marcado nuevos máximos históricos esta semana. Pero eso fue antes de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reavivara el viernes la guerra comercial contra China, con el anuncio de aranceles adicionales del 100 % sobre las importaciones procedentes del gigante asiático, junto con nuevos controles a la exportación de «todo el software crítico» a partir del 1 de noviembre (nueve días antes de que expire la exención arancelaria vigente) en represalia por la restricción del Gobierno de Pekín a las exportaciones de minerales críticos.
Los grandes índices bursátiles de Wall Street reaccionaron con fuertes caídas: de entre el 1,9 % del Dow Jones y el 3,56 % del Nasdaq Composite. Y los europeos registraron pérdidas de en torno al 1,5 % en poco más de media hora, el tiempo que transcurrió entre la nueva amenaza de Trump y el cierre de las negociaciones en los parqués del Viejo Continente.
Pese a la complacencia que se ha vivido en los últimos meses en los mercados, los riesgos apenas se han atenuado y este último episodio lo deja bien claro. Esto afecta tanto a la renta variable como a los activos de renta fija.
«La creciente tensión entre tres fuerzas macroeconómicas —las fricciones comerciales, el auge de la inversión en IA y los retos a los que se enfrentan instituciones como la Reserva Federal— podría poner a prueba los marcos económicos y de inversión convencionales, impulsar la volatilidad y ampliar la brecha entre ganadores y perdedores, tanto en Estados Unidos como a nivel mundial», sostienen Tiffany Wilding y Andrew Balls, economista y director de inversiones de renta fija global, respectivamente, en Pimco.
Con este panorama puede ser un buen momento para considerar si es conveniente ajustar la parte más conservadora de la cartera de inversiones, la de renta fija, para moverse en el complejo escenario macroeconómico y geopolítico. Hay que tener en cuenta que los partícipes en fondos de inversión en renta fija, que es la fórmula más habitual y sencilla para los particulares de tener exposición a este tipo de activos, tienen la posibilidad de traspasar su dinero de un producto a otro sin tributar por las plusvalías acumuladas, ya que los impuestos se liquidan cuando se realiza la venta definitiva de las participaciones.
Bajadas de tipos
El ciclo de bajadas de los tipos de los principales bancos centrales del mundo, aunque a diferentes ritmos (más intenso en Europa que en EE.UU.), ha llevado a producir en muy poco tiempo una oleada de traspasos desde los fondos monetarios, productos a vencimiento y garantizados, a fondos de renta fija a corto plazo que, aunque siguen siendo bastante prudentes, mantienen una estrategia de inversión con un peldaño más de riesgo. Se consideran la alternativa de inversión que actualmente mejor combina el binomio rentabilidad y máxima prudencia. «La deuda de corta duración, generalmente entre uno y tres años, ofrece la capacidad de acceder a los beneficios asociados con los productos de liquidez, como una menor exposición al riesgo de tipos, al mismo tiempo que aprovecha la oportunidad para dar un paso adelante en la curva de rendimiento desde el efectivo hasta obtener rendimientos potencialmente más altos», defienden Nicholas Tripodes y Ihab Salib, gestores en Federated Hermes.
Mientras las perspectivas de rentabilidad a doce meses de los fondos monetarios apenas superan el 2 % en el mejor de los casos los mejores fondos de renta fija a corto plazo ofrecen unas expectativas de revalorización de entre el 3 % y el 3,5 %, según los selectores de fondos profesionales.
Activos de deuda
Muchos expertos creen que es más interesante moverse hacia los activos de deuda con vencimientos a medio plazo. Es el caso de los analistas de Bankinter, por ejemplo, que se inclinan por la renta fija con una duración de en torno a 5 años, buscando más rentabilidad y sin asumir excesivo riesgo. «Los plazos cortos pierden atractivo y capacidad para compensar la inflación, mientras que los largos no ofrecen suficiente diferencial para asumir el entorno de mayor riesgo y volatilidad», dicen. Su preferencia en este entorno es el crédito de alta calidad (Investment Grade), dado que los beneficios de las empresas están todavía creciendo (un 13 % en EE.UU. y un 10 % en Europa) y los niveles de endeudamiento son «saludables». En Pimco, uno de los líderes globales en gestión de inversiones en renta fija, se enfocan prioritariamente en los vencimientos cortos y medios de los mercados mundiales, y reconocen que están «sobreponderados en el área de cinco años en EE.UU., como cobertura frente a los riesgos a la baja».