El secesionismo consuma su veto a Iceta e impide que presida el Senado

ELECCIONES 2020

El líder del PSC recurre al Tribunal Constitucional para intentar revertir la votación
17 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El independentismo consumó ayer su desafío al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, vetando en el Parlamento catalán la propuesta del PSC de designar senador a Miquel Iceta e impidiendo así que se convierta en presidente de la Cámara Alta.
Los secesionistas frenaron primero con su mayoría en la Mesa el último intento de los socialistas de salvar la situación exigiendo una votación con papeletas, lo que habría impedido el voto en contra. Y luego tumbaron también la designación de Iceta, vetando así por primera vez en democracia a un aspirante al Senado elegido por un grupo parlamentario.
En el debate, los independentistas de ERC, Junts per Catalunya y la CUP justificaron su voto en contra en el aval de Iceta a la aplicación del artículo 155 de la Constitución y reprocharon al Gobierno que trate de imponerles el apoyo al líder del PSC, mientras que el PP y Ciudadanos, que se abstuvieron en la votación, acusaron al PSC y al Gobierno de Sánchez se haber «roto la unidad del constitucionalismo».
En la votación final, Iceta solo recabó 25 votos a favor del PSC y de Catalunya en Comú, frente a los 65 en contra de JxCat, ERC y la CUP y 39 abstenciones (Ciudadanos y PP). El portavoz de ERC, Sergi Sabrià, explicó el «no nítido» de su partido frente a lo que calificó como «un juego de sillas y una corrupción en las formas». «No nos hablen de cortesía cuando hay diputados en la prisión, compañeros suyos de escaño», dijo, dirigiéndose a la bancada socialista. Desde Junts per Catalunya, su portavoz, Albert Batet, tachó de «cínico y falso» el diálogo que plantea Iceta y preguntó dónde estaba ese diálogo «cuando pegaban» o «cuando el rey hizo un discurso infame». «Quizá dialogaban con el rey, Rajoy o los poderes del Ibex, pero nunca han querido dialogar con los independentistas», añadió.
Carlos Carrizosa, que ya sustituye a Inés Arrimadas como portavoz de Ciudadanos, defendió la abstención de su grupo y culpó a Iceta de su propio fracaso porque «sus socios independentistas lo han abandonado». Carrizosa acusó al líder del PSC de mirar «a otro lado cuando se vulneran los derechos de muchos catalanes» y le reprochó su apoyo a los indultos de los líderes del procés.
Alejandro Fernández, del PP, acusó también a Iceta de plantear una «estrategia de distensión con el separatismo» y le recriminó que tachara de ser de «extrema derecha» a quienes, como el PP, defienden el constitucionalismo.
El diputado popular admitió que en las elecciones generales los catalanes «apoyaron masivamente esa estrategia de diálogo» porque «los creyeron» y, sin embargo, «castigaron a los que decíamos que estábamos ante un diálogo trampa, porque no se puede dialogar con quien no quiere». «Han bastado dos semanas para que el independentismo demuestre en qué consiste el diálogo», concluyó Fernández. Incluso Jessica Albiach, portavoz de Catalunya en Comú, que votó a favor de Iceta, cuestionó «las formas» con las que el PSC ha querido «imponer» a al líder de los socialistas catalanes como presidente del Senado.
Consumado el veto, Iceta aceptó resignado lo ocurrido. «Por muy doloroso que sea el resultado de la votación, no perderé ni una brizna de voluntad de diálogo para buscar la solución a través del acuerdo», afirmó en su intervención tras la votación.
El último recurso
El líder de los socialistas catalanes elevó sin embargo el tono contra los independentistas y afirmó que «el sectarismo se ha impuesto sobre la legalidad» al impedir su designación como senador, después de que la «mayoría independentista haya vuelto a pisar los derechos de las minorías, como hizo el 6 y el 7 de septiembre del 2017», en referencia a la jornada en la que se aprobaron las llamadas leyes de desconexión.
El PSC presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional al considerar que se han vulnerado sus derechos de participación política, ya que la votación establecida en la ley es, a su juicio, simplemente una «ratificación» del Parlamento autonómico a la elección del representante en el Senado que haga cada grupo para cubrir una vacante.
Sánchez acusa al separatismo de vetar la posibilidad de «amar a España y a Cataluña»
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, afirmó que «es evidente que votan en contra [de Iceta] porque el PSOE representa en Cataluña lo que no quieren ellos para Cataluña», que es la posibilidad de «amar a España y a Cataluña» a la vez, de «ser español y catalán» y «de defender la Constitución y el Estatut».
El líder del PP, Pablo Casado, afirmó que el veto de ERC a Iceta «condiciona» la investidura de Sánchez y aconsejó al dirigente socialista que «intente explorar otras fórmulas constitucionalistas», en referencia a Ciudadanos. El líder naranja, Albert Rivera, se mostró convencido de que PSOE y ERC «van a fingir que se pelean entre ellos porque estamos en campaña electoral». Una idea similar a la expresada por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, que dijo que puede ser «un señuelo del PSOE para que durante la campaña electoral haya distancia con el mundo independentista».
Los socialistas no desvelan el plan B, pero Narbona sigue siendo la máxima candidata
Iceta anunció que el PSC no propondrá ningún candidato alternativo a ocupar la vacante en el escaño del Senado que ocupaba el expresidente catalán José Montilla hasta conocer la respuesta del Tribunal Constitucional al recurso presentado contra el veto a su elección como miembro de la Cámara Alta y fije las «medidas cautelares» que considere oportunas. El tiempo juega en su contra, porque el pleno de constitución del Senado está fijado para el próximo martes.
Aunque nadie entre los socialistas habla de un plan B, la máxima candidata a presidir la Cámara Alta si el Constitucional no impide el veto a Iceta sigue siendo la presienta del PSOE, Cristina Narbona. Lo que parece descartado es que los socialistas intenten la jugada de presentar a Iceta como candidato al Senado por designación de otro Parlamento autonómico, que solo podrían ser los de Galicia, el País Vasco y Andalucía, los únicos que no están disueltos.