Feijoo, frente a las promesas de Sánchez: «¿Por qué no lo ha hecho hasta ahora?»
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Más tranquilo que su oponente, llevó la iniciativa casi todo el debate
11 jul 2023 . Actualizado a las 07:10 h.El debate se había presentado como una prueba en la que Alberto Núñez Feijoo, con las encuestas a favor, tenía poco que ganar y mucho que perder. Se le presuponía cierta ventaja a Pedro Sánchez, y sobre todo más disposición a atacar al candidato del Partido Popular, tras lo visto en los últimos meses en los enfrentamientos entre ambos en el Senado. Sin embargo, Feijoo sorprendió mostrándose más sereno y tranquilo que Sánchez, mucho más nervioso. Llevó la iniciativa en casi todo el debate, obligando a su oponente, a ir a rebufo, a interrumpir y en algunos momentos a defenderse únicamente negando con la cabeza, pero no con argumentos. Feijoo se impuso claramente en el bloque que versó sobre economía, estuvo tibio en las cuestiones de violencia machista, salió airoso de las acusaciones de sus pactos con Vox llevando la acusación a los acuerdos del PSOE con Bildu y cerró el debate tirando de sorna: «Usted no gobierna con los independentistas, usted coincide con ellos».
La primera sorpresa llegó nada más empezar el debate, con un Feijoo al ataque que, antes de responder a los argumentos que sobre cuestiones económicas planteó Sánchez, lanzó el primer ataque: «Usted no dio ningún debate a mi predecesor y le parece raro que solo hagamos un debate». Y ahí entró en un intercambio de cifras, acusando al candidato socialista de mentir, pero descolocándolo hasta el punto de que la réplica se limitaba a un «no es verdad, eso no es cierto». Con lo que sí fue tremendamente contundente el candidato popular fue cuando Sánchez intentó desgranar su propuesta económica para la próxima legislatura. Hablaba de ayudas a las familias para que ahorren en las hipotecas 300 euros al mes y hacer más vivienda cuando Feijoo le espetó: «Usted lleva cinco años gobernando, ¿por qué no lo ha hecho hasta ahora?».
Violencia machista
Muy duro también cuando presentó un mapa con propuesta de peajes de autovías que, según Feijoo, había enviado el Gobierno socialista a Bruselas y que Sánchez no supo explicar.
La violencia machista fue quizás el momento más flojo del paso de Feijoo por el debate. Le faltó la contundencia que ha tenido en otras ocasiones en la defensa de los derechos de las mujeres. A la presión de Sánchez para que se solidarizara con la familia de la última víctima de violencia de género, Feijoo se enredó en la ley del sí es sí, en enumerar el número de agresores sexuales, lo que permitió a Sánchez lanzar uno de los susurros con los que intentó defenderse un: «¡Qué falta de empatía!». La falta de claridad de Feijoo hizo que Sánchez se mostrara «indignado», aumentase las interrupciones, y llegasen las quejas de Feijoo —«el señor Sánchez no me deja hablar, esto no es El Hormiguero» e incluso la reprimenda de los moderadores. «El sanchismo es no dejar hablar y ser un arrogante. Con Bildu no, pero conmigo sí». Cualquier cosa servía a Feijoo para exprimir un poco más a un tenso Sánchez que, antes cerrar la primera mitad del debate, en lo que ya parecía un auténtico gesto de desesperación sacó a colación los atentados del 2004 y el apoyo del PP a las tesis de que detrás estaba ETA.
Golpe de efecto
Pero el gran golpe de Feijoo estaba por llegar. El tercer bloque era para los pactos. A la pregunta de si nombrará a Abascal vicepresidente del gobierno, Feijoo, tras reprochar que Sánchez no puede dar lecciones sobre pactos puso sobre la mesa un documento: «Esto de los pactos lo podemos arreglar usted y yo esta noche. Yo solo quiero gobernar si gano. Firmemos este documento y yo me comprometo a apoyar su investidura si usted gana y ustedes me invisten a mí si yo gano». Y de ahí a Miguel Ángel Blanco (de cuyo asesinato se cumplen estos días 26 años), y de nuevo a los pactos con el «brazo político de quienes planificaron, ejecutaron y aplaudieron la muerte de Miguel Ángel Blanco. Definitivo. Sánchez apenas balbuceaba: «Dígaselo usted a Vara», en relación al pacto de PP y Vox en Extremadura, donde el PSOE fue la lista más votada.
Y ya en el último bloque llegaron los viajes en el Falcon, —«Aznar compró tres Falcon», intentó defenderse Sánchez— y los acuerdos con los independentistas. Ante el rechazo de Sánchez a que el PSOE gobierno con ERC, Feijoo fue contundente: «Ustedes no gobiernan con los independentistas, ustedes coinciden con ellos».
Alberto Núñez Feijoo llevó la iniciativa durante casi todo el debate, lo que obligó a Sánchez a ir a rebufo, a interrumpir y prácticamente a balbucear: «No es verdad». Y el golpe de efecto llegó con el documento que le ofreció firmar a Sánchez para que gobierne la lista más votada.
Feijoo, ante las críticas a sus pactos con Vox, un partido que cuestiona las medidas de igualdad, se enredó en la ley del sí es sí, pero no fue contundente cuando Sánchez le pidió que se solidarizara con la familia de la última víctima de violencia machista