Rivera dice que su partido es irrelevante y que son los socialistas los únicos que pueden evitar unas terceras elecciones
29 jun 2016 . Actualizado a las 07:11 h.El cierre de filas del PP con Mariano Rajoy y la ratificación unánime de que será, sí o sí, el candidato de los conservadores a la presidencia del Gobierno deja a Albert Rivera y a Ciudadanos fuera de juego en las negociaciones para la conformación del próximo Ejecutivo. Es la razón de que el líder del partido liberal haya decidido, solo dos días después de los comicios, echarse a un lado, anunciar que si Rajoy no da un paso atrás arrancará la legislatura en la oposición, y, sobre todo, esmerarse en endosar toda la responsabilidad de que España tenga Gobierno al PSOE. La estrategia trata de evitar que si también esta legislatura se enquista el bloqueo político su partido acabe señalado como uno de los culpables de haber provocado que el país vaya a unas terceras elecciones.
Salvo que Rivera protagonice en los próximos días un giro de 180 grados, una rectificación en toda regla, sus propias líneas rojas le excluyen tanto de integrarse en una muy improbable gran coalición, junto a PP y PSOE, como de abrir una negociación bilateral con los populares para coprotagonizar un Gobierno de centroderecha. Ciudadanos se queda fuera de juego, pero al tiempo, con su veto, impediría a Rajoy alcanzar una mayoría parlamentaria para su investidura, si como parece muy probable Sánchez le reitera su rechazo.
Y ahí es donde Rivera hace totalmente responsable a los 85 parlamentarios socialistas de lo que ocurra; que España tenga Gobierno o que se le condene a volver a las urnas. La abstención de Ciudadanos, con 32 diputados, es «absolutamente irrelevante», dijo. «La pelota está en el tejado del PSOE, que con su abstención es el único que puede evitar unas terceras elecciones», señaló, justo antes de lavarse las manos. «Espero que no bloquee (la legislatura)» Por si el mensaje no había quedado claro, subrayó que «lo único que puede hacer que el Gobierno de Rajoy se ponga en marcha ahora mismo es la abstención del PSOE».
Antes, el PP y el PSOE desdeñaron su ofrecimiento de poner en marcha una mesa de negociación a tres para intentar primero llegar a un acuerdo programático.