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Galicia es una de las cuatro autonomías que arrancaron el 2016 con una rebaja tributaria a sus ciudadanos
18 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.En el complejo sistema tributario español conviven una miríada de normas estatales y autonómicas que se hallan sujetas a constantes cambios. Por eso la presión fiscal varía de forma considerable en función de donde se resida. Esta brecha se ha incrementado con la crisis por la diferente salud financiera de las comunidades, lo que determina su margen para bajar tributos, y también por la irrupción de gobiernos de izquierda debido al malestar social, que han optado por subir la presión fiscal, sobre todo a las rentas altas.
Galicia es, junto a Canarias, Castilla y León y Andalucía, una de las cuatro comunidades que ha arrancado el 2016 con una reducción en algunos impuestos. Mientras los nuevos ejecutivos autonómicos de izquierdas de Aragón, Navarra, Valencia y Baleares han optado por incrementar el impuesto sobre el patrimonio o el IRPF, entre otras medidas, en la comunidad gallega Feijoo aprovechó el aumento de los ingresos por la mejoría de la actividad económica para cumplir con algunas de las promesas electorales de bajar impuestas que estaban aparcadas por la irrupción de la crisis. Entre ellas destaca la eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones, prometida ya por Feijoo en la campaña electoral del 2009.
Sucesiones
Desde el pasado 1 de enero, las herencias inferiores a 400.000 euros por beneficiario por línea directa no paga ni un euro. De este modo, el 99 % de los ciudadanos gallegos están exentos en el momento en el que hereden como hijos, padres, abuelos, nietos o cónyuges, mientras que el 1% restante pagará menos. Galicia se coloca así como una de las comunidades con una menor fiscalidad para las herencias, pero las rebajas no terminan ahí. Galicia aplica desde este año 2016 un Impuesto sobre la Renta de las Personas Física (IRPF) más bajo de forma progresiva para su tramo autonómico, lo que beneficia al 98,5 % de los contribuyentes e incide en los tramos de renta medios y bajos. El ahorro estimado per cápita es de 380 euros, lo que de forma agregada supone un impacto de 140 millones para la caja autonómica. La estrategia de reducción fiscal se completa con medidas de estímulo para el campo gallego, con la exención de impuesto para transmisión de fincas en suelo rústico. También deja de tributar la transmisión o ampliación de explotaciones agrarias, así como la agrupación de fincas. Con estos cambios, dentro del ránking autonómico de presión fiscal, Galicia se sitúa en la parte baja en cuanto a la tributación del IRPF y Sucesiones, sobre todo los contribuyentes con una renta más baja, pero no ocurre lo mismo, por ejemplo, con las figuras tributarias que gravan los patrimonios. La Xunta ya elevó en el 2013 este impuesto con una subida media de tipos del 20 %.
Con todo, el modelo fiscal gallego, que forma parte del sistema vigente en todo el Estado, está pendiente de corregir también algunos males que minan sus ingresos, como mejorar la lucha contra el fraude y, sobre todo, establecer un modelo en el que se defina con una mayor claridad cuál es el poder que tiene cada territorio en materia fiscal.
En su programa
Profundizar en la rebaja de impuestos a las rentas medias y bajas. Los populares apuestan en su programa fiscal por mantener la progresividad del sistema para las rentas y patrimonios altos. «A nosa estratexia para próximos anos pasa por continuar coa loita contra o fraude e utilizar incentivos fiscais que reforcen o tecido produtivo e as políticas sociais, como xa fixemos coa reforma do IRPF, o imposto de sucesións, o imposto do patrimonio ou o programa de impostos cero no rural», subraya el portavoz parlamentario del PP.
Gonzalo Caballero (PSdeG)
Mejorar la administración tributaria gallega. Los socialistas apuestan por fortalecer el sistema fiscal gallego y su progresividad, así como por impulsar la Atriga y negociar el próximo modelo de financiación de las comunidad en clave de los intereses de los gallegos. «Para hacer más equitativa la tributación también vamos a revisar las bonificaciones y deducciones de varios impuestos. Además, en relación a la política fiscal comprometemos la evaluación económica antes de las grandes decisiones de inversión», subraya el político socialista.
Manuel Lago (En Marea)
Buscar mayor reequilibrio en la carga fiscal. «Temos que incrementar a achega dos que máis teñen a través do IRPF e o Imposto de Patrimonio ao tempo que desenvolveremos novas figuras tributarias sobre externalidades negativas, por exemplo medio ambientais», propone el candidato de En Marea por A Coruña, que ocupa el número tres de la lista.
Luís Bará (BNG)
Una hacienda y una banca gallega propia. «Galiza debe contar cun marco fiscal e de financiamento novo, xa que non é de recibo que sendo a administración que debe proporcionar educación, sanidade e servizos sociais de calidade non teña marxe para decidir por si mesma un marco normativo fiscal propio», precisa Bará.
Cristina Losada (Ciudadanos)
Luchar contra el fraude. No aumentará un solo euro la presión fiscal sobre la clase media y trabajadora y que «promoverá, siempre de acuerdo con el criterio de estabilidad presupuestaria, una bajada del tramo autonómico del IRPF».