Víctor Font pide la refundación del Barcelona tras su derrota ante el Real Madrid en la Supercopa
FÚTBOL
En un ataque directo a Joan Laporta, Víctor Font, excandidato a la presidencia del Barcelona, ha pedido la refundación del club catalán tras su derrota frente al Real Madrid en la Supercopa de España
15 ene 2024 . Actualizado a las 18:11 h.El Barcelona perdió la final de la Supercopa de España ante el Real Madrid por un contundente 4-1 que está dando mucho de lo que hablar. Uno de los que se ha pronunciado al respecto ha sido Víctor Fort, excandidato a la presidencia del club catalán, que en un ataque directo a Joan Laporta ha llegado a pedir la refundación del Barcelona.
«Noche triste y dolorosa», dijo Víctor Font en redes sociales tras la goleada del Real Madrid al Barcelona en la Supercopa de España.
«Una derrota que nos enseña, una vez más, que los resultados vienen cuando se trabaja bien a todos los niveles. Con paciencia y con las luces largas puestas. No hay atajos que funcionen, por mucho que generen ilusión», reflexionó.
«En un club como el Barça todas las piezas han de encajar y han de encajar bien. Presidente, junta directiva con conocimientos relevantes y sin tomar decisiones del día a día, estructura deportiva que combine experiencia y talento, ejecutivos excelentes en los despachos...», continuó Víctor Font.
«Necesitamos los mejores profesionales en cada área: deportiva, institucional y empresarial. Los mejores de cada área trabajen en el club desde su corazón y no en la competencia u otro sector», añadió el excandidato a la presidencia del Barcelona.
Sin tiempo que perder y para que el Barcelona vuelva a ser grande, Víctor Font fue un paso más allá al proponer «refundar el club, profesionalizarlo y modernizarlo». «De arriba a abajo. Cada día que pasa perdemos una oportunidad», concluyó.
La contundente derrota del Barcelona con el Real Madrid en la Supercopa de España
El Real Madrid se proclamó este domingo campeón de la Supercopa de España al golear por 4-1 a un frágil Barcelona en la final celebrada en Riad (Arabia Saudí), gracias a un intratable Vinícius Júnior, con un 'hat-trick' en la primera mitad, y una incisiva y letal versión madridista que tumbó el planteamiento azulgrana desde el inicio.
Los de Ancelotti se vengaron de la edición del año pasado y demostraron más colmillo desde el pitido inicial para llevar el trofeo a las vitrinas del Santiago Bernabéu. Vinícius comenzó con un tempranero doblete la 'pesadilla' del Barcelona, que solo sonrió con el gol de Lewandowski. El brasileño completó su triplete en menos de 40 minutos en una final que quedó sentenciada en la segunda mitad con el 4-1 definitivo de Rodrygo Goes, ante un conjunto azulgrana perdido atrás y sin ideas, y que agrava su crisis.
Sorprendió desde el comienzo la posición muy abierta de los dos teóricos puntas madridistas -Vinícius y Rodrygo-. Fue en una de esas situaciones cuando el extremo paulista recibió en la derecha con la zaga azulgrana descolocada gracias al desmarque inicial de Carvajal. El '21' penetró con convencimiento, pero no conectó un buen disparo casi en área pequeña.
Un primer susto merengue que replicaron los de Xavi Hernández sin descanso. Tras un error de la defensa blanca, Ferran Torres tocó ligeramente un balón largo ya en el área grande que rechazó la defensa, con el 'tiburón' recogiendo de nuevo el balón de tacón, aunque a las manos de Lunin.
La magia de Bellingham apenas tardó en aparecer cinco minutos. El centrocampista recibió en el círculo central de espaldas, se giró rápido y vio la carrera al espacio de Vinícius para dejar solo al brasileño ante Iñaki Peña, al que el '7' regateó, mandando sin oposición el balón a la red.
El 1-0 dio ánimo a un eléctrico Real Madrid que olió la sangre y que pudo hacer el segundo unos segundos después, gracias a la presión alta de Valverde, pero el meta blaugrana detuvo el remate, algo forzado, de Rodrygo. Aunque no tardó mucho más en llegar ese 2-0, con una fórmula casi idéntica.
De nuevo, los blancos mataron en profundidad a un Barcelona que hacía agua atrás. Bellingham, presionado, se sacó de la chistera un envío largo para que corriera al espacio el '11' madridista, que sirvió ante Peña el doblete a Vinícius, confirmando el fructífero arranque de un dominante y cómodo Real Madrid, en un inicio de partido vibrante.
Los de Xavi intentaban con posesiones largas encontrar su sitio en el partido, y pudo conectarse con un remate al larguero en el 11 de Ferran. Pero si no era el poste era un acertado Lunin, que sacó dos ocasiones claras a Lewandowski, evitando que el conjunto catalán se metiera, con mucho tiempo por delante, en la final.
El Barcelona fue creciendo poco a poco y obtuvo su deseado premio. Ante un Real Madrid que empezó a contemporizar y que olvidaba poco a poco la portería azulgrana, Lewandowski cambió completamente el escenario con una plástica y efectiva volea en la frontal, después de una jugada bien hilvanada que fue hundiendo poco a poco a los de Ancelotti.
El 2-1 no dio la entereza esperada a un Barcelona que le duró poco la alegría. Los azulgranas dieron un paso atrás y, tras una larga posesión madridista, Tchouaméni se inventó un centro desde la derecha que esperaba Vinícius, que no pudo rematar molestado con el brazo y la pierna por Araujo. Martínez Munuera no dudó en señalar penalti y el brasileño no falló, completando un hat-trick en 39 minutos, para noquear de nuevo al Barcelona.
Pedri tuvo la última antes del descanso, y la segunda mitad comenzó con el mismo guion. Mucho tiempo y balón para el Barcelona, pero sin el colmillo que sí tenía el Real Madrid, en bloque bajo y cómodo a la contra con un par de zarpazos de Vinícius y Bellingham que acabaron en nada.
Con la tranquilidad del marcador a favor, los blancos se gustaron en sus posesiones, siempre pivotando sobre Bellingham, que dejó un par de regates y destellos para la galería. El duelo entró en punto muerto y Xavi intentó agitar el avispero con la entrada de Joao Félix, Lamine Yamal y Fermín López.
Pero no hubo tiempo para la reacción, porque Rodrygo sentenció definitivamente la final con el 4-1 pasada la hora de juego casi a placer, tras un manso rechace de un errático Koundé dentro del área. El trofeo ya tenía el nombre del Real Madrid, que incluso vio superior su dominio con la expulsión por doble amarilla de Araujo, al entender el árbitro que una entrada sobre Vinícius era temeraria, viendo por tanto la segunda tarjeta y dejando a su equipo con diez.
Los blancos siguieron empujando y ya con el explosivo Brahim en el campo gozó de un par de oportunidades en las botas del hispanomarroquí y de Bellingham, mandando en una contra el balón al palo, perdonando la manita. El Barcelona se acercó tímidamente a la portería de Lunin, con una gran acción individual de Joao Félix sin éxito.