
Conoce esta fuente de energía renovable, que aprovecha la fuerza de los ríos
07 oct 2025 . Actualizado a las 04:14 h.Seguro que algún día, yendo a pasear por el monte con vuestras familias, habéis visto los restos de algún molino de piedra. Nuestros antepasados los construían cerca de los ríos para que la fuerza del agua les ayudase a mover la gran rueda central, que era la que molía el trigo, el maíz y otros cereales. Y aunque ahora ya tenemos otros métodos más modernos para producir harina, los humanos seguimos usando el poder del agua para nuestro beneficio. Por ejemplo, para obtener energía.
Hoy hablaremos de las centrales hidroeléctricas, que siguen la misma lógica que aquellos antiguos molinos. «Es exactamente el mismo principio hidráulico, con la diferencia de que, como nuestra sociedad está electrificada, podemos no solamente moler el cereal que tenemos en los campos de alrededor, sino generar electricidad y alimentar las ciudades que están a cientos de kilómetros», nos confirma José Ángel Calvo, responsable de concesiones, presas y obra civil en Naturgy.
Energía que viene de la lluvia
Para entender mejor cómo funciona esta tecnología vamos a echar mano de este gráfico.
En él representamos un embalse, aunque también existen otro tipo de centrales. «Una central hidroeléctrica es como una cascada, donde el agua cae con mucha fuerza desde una zona muy alta», explica el experto. «Para generar de forma artificial ese salto de agua podemos construir una gran presa, que retiene el agua para conseguir esa pendiente, o podemos generar un pequeño elemento en el río —un azud, que se llama— que deriva el agua a través de un túnel o de un canal hasta la central. En ambos casos, aprovechamos el desnivel para que el agua mueva una turbina y se genere corriente eléctrica», añade.
La energía que se produce es renovable —igual que la solar o la eólica— porque es inagotable y procede de los elementos de la naturaleza, pero tiene una ventaja con respecto al resto. «Es cierto que si viene un año más húmedo se produce más energía y si viene un año más seco se produce menos, pero, en general, es más estable que otras renovables», explica José Ángel, que destaca lo idónea que es esta tecnología en nuestra comunidad: «La hidráulica lleva en Galicia toda la vida porque aquí tenemos unas condiciones privilegiadas. La lluvia es un recurso natural que llena nuestros embalses y nos permite producir energía limpia y renovable». Y, además, a demanda: «El agua del río va llegando a la presa y desde la central la podemos soltar cuando queramos», explica.
Una central como la que se encuentra en el embalse de Belesar, en el concello de O Saviñao (Lugo) genera suficiente electricidad al año como para encender la luz en unos 285.000 hogares —y piensa que en una misma casa suele vivir más de una persona, normalmente entre dos y cuatro—.
El futuro de esta tecnología
Ya sabemos que es potente, renovable y estable, pero ¿cómo podemos hacerla aún más eficiente? Nos cuenta Ramón Silva Rey, del departamento de desarrollo de proyectos en Naturgy, que el futuro de esta energía pasa por conseguir almacenarla, para echar mano de ella en cualquier momento —incluso en épocas de sequía—.
«Una solución son las baterías de toda la vida. Grandes plantas de almacenamiento que, además, son súper fáciles de instalar. Pero también tenemos las iniciativas de almacenamiento hidráulico», explica el experto.
Estas últimas que menciona son otro tipo de centrales hidráulicas, conocidas como reversibles, que cuentan con dos embalses a distintas alturas: el principal —en el cauce del río— y el secundario, construido en un lugar más elevado. Ramón Silva explica así su funcionamiento: «Subes el agua a esa balsa secundaria cuando la energía está disponible —por ejemplo, cuando es de noche, todos estamos en cama y no hay consumo— y un día de verano, cuando está media España a 40º usando el aire acondicionado, haces bajar esa agua para hacer mover la turbina y generar energía». Una solución inteligente que, aunque resulta más costosa, veremos cada vez más en el futuro.