El Nobel de Medicina se otorga a Brunkow, Ramsdell y Sakaguchi por un trabajo que cambia la forma en que entendemos las defensas
05 nov 2025 . Actualizado a las 10:10 h.El Premio Nobel de Medicina 2025 ha sido otorgado a Mary Brunkow, Fred Ramsdell y Shimon Sakaguchi por descubrir cómo el sistema inmunitario aprende a no atacarse a sí mismo. Su trabajo ha cambiado la forma en que entendemos las defensas del cuerpo y abre nuevas posibilidades para tratar enfermedades autoinmunes, cánceres y rechazos de trasplantes.
El sistema inmunitario funciona como un ejército encargado de protegernos frente a virus, bacterias y células anormales. Pero, igual que cualquier ejército, necesita disciplina. Si se descontrola, puede atacar por error al propio cuerpo, lo que provoca enfermedades autoinmunes como la diabetes tipo 1, la artritis reumatoide o el lupus. Los científicos premiados descubrieron a las células que actúan como «policías» de este ejército: las células T reguladoras, o Treg, cuya misión es frenar la respuesta inmune cuando se vuelve demasiado agresiva. Gracias a ellas, nuestras defensas saben cuándo deben actuar y cuándo deben detenerse.
El gen FOXP3 es clave en esta historia. Brunkow y Ramsdell demostraron que las células T reguladoras solo pueden formarse si este gen funciona correctamente. Cuando falla, el sistema inmunitario pierde el control y empieza a atacar los tejidos propios. En algunos niños con mutaciones en FOXP3, por ejemplo, se observan graves enfermedades autoinmunes desde el nacimiento. Por su parte, Sakaguchi descubrió que estas células T reguladoras también existen en personas sanas y son las responsables de mantener el equilibrio entre defensa y tolerancia, permitiendo que el cuerpo se proteja sin dañarse.
Estos hallazgos no se quedaron en el laboratorio. Hoy, muchos equipos científicos trabajan para aprovechar las células T reguladoras en nuevos tratamientos. En las enfermedades autoinmunes, se busca aumentar su número o su eficacia para calmar la respuesta inmune. En los trasplantes, podrían servir para evitar el rechazo de órganos sin depender tanto de los medicamentos inmunosupresores. En el caso del cáncer, ocurre justo lo contrario: a veces interesa bloquear la acción de las Treg dentro del tumor para que las defensas puedan atacar mejor las células malignas.
El Nobel de Medicina 2025 recuerda una lección fundamental: en biología, el equilibrio es tan importante como la acción. Durante décadas, la medicina se centró en cómo fortalecer las defensas. Ahora sabemos que también debemos aprender a controlarlas. Entender cómo se mantiene ese equilibrio no solo permite desarrollar nuevos tratamientos, sino que también nos enseña algo profundo sobre la naturaleza: incluso los mecanismos más poderosos del cuerpo necesitan freno. A veces, protegernos bien significa saber cuándo detenernos.