En el Sol está habiendo esta semana mucha más actividad de lo normal, pues una región activa de su atmósfera, la AR 4274, ha liberado en cuatro días tres llamaradas de clase X, que son las más potentes, acompañadas de sucesivas eyecciones de masa coronal.
La más intensa, la del martes 11 de noviembre, alcanzó una magnitud X5.3 y proyectó una nube de plasma a una velocidad estimada de 1.700 kilómetros por segundo, una de las más rápidas observadas. Y la materia fue eyectada hacia la Tierra los días 10 y 11. La del 10 impactó el miércoles, y alteró el campo magnético terrestre en unos 200 nanoteslas, lo mismo que una tormenta moderada. Como consecuencia, en el hemisferio norte se pudieron ver auroras boreales en latitudes más bajas de lo habitual, incluso desde Galicia. Nicolás Sisto, vecino de O Bolo (Ourense), inmortalizó el fenómeno.