Describe a una persona de «carácter adusto y desabrido», pero en realidad estas plantas son muy útiles y tienen muchos fans
18 nov 2025 . Actualizado a las 23:48 h.«Eres un lince», «estoy como un roble», «me siento como una rata», «es un buitre»... ¡Cuántas son las expresiones que acuden a la flora y la fauna para describir las actitudes humanas! Seguro que ahora mismo se te ocurren unas cuantas más. ¿Te animas a hacer una lista?
El mismísimo diccionario de la Real Academia Española recoge la expresión «más áspero que un cardo» para describir, según dice, «el carácter adusto y desabrido de alguien». Lo curioso de esta expresión popular (muy parecida a la que usamos aquí en Galicia echando mano del toxo) es que, claro, las plantas no muestran precisamente mucho carácter. Lo que sucede, por supuesto, es que las personas echamos mano de esas especies a partir de su aspecto, nuestra percepción y nuestras tan diferentes culturas para simbolizar diferentes conceptos.
Así, basta con mencionar un león, un cisne, un cerdo, una tórtola o un burro, para que casi cualquiera los vincule a una idea. ¿Qué te sugieren a ti?
Gente útil
El caso es que los cardos, lejos de ser «adustos y desabridos», resultan de lo más útiles para aquellos lugares en los que crecen. Son, para empezar, plantas resistentes que crecen muy bien en zonas secas o recientemente alteradas. De esta manera están a menudo entre los primeros colonizadores de esos terrenos o solares que, tras haber sido perturbados por cualquier motivo (por ejemplo, una obra), permanecen luego un tiempo abandonados.
¿Hay algún terreno así cerca de tu centro escolar? En tal caso, investiga si ha crecido en él algún cardo, o más de uno. En estas fechas estarán bastante secos. Una vez han germinado, los cardos resultan muy útiles para ese lugar: mejoran el suelo, reducen su erosión, y gracias a sus espinas protegen a las otras plantas que crecen junto a ellos. Además, ¡tienen un club de fans!
Los cardos producen flores grandes, vistosas y muy ricas en néctar y polen. Por este motivo atraen cada primavera a numerosas abejas, mariposas y otros insectos polinizadores, esenciales para la biodiversidad local.
Luego, cuando comienzan a generar semillas, son visitados por pequeños pájaros como los jilgueros. Si en ese solar próximo a tu centro hay cardos, es probable que sea visitado con frecuencia por estas aves.
Luego estamos los humanos. El cardo es el emblema de cierta zona del norte de las islas británicas. Descubre cuál, y por qué. También cuál fue el motivo de que uno de los pintores más afamados de la historia de Europa, Alberto Durero, se retratase a sí mismo con un cardo en una mano. Hay además, a quien le encanta el sabor de cierta especie de cardo (Cynara scolymus), y cuyo nombre común es... ¡Descúbrelo! E investiga cuáles son los países donde más se cultiva.
Ser un cardo, en fin, es mucho más interesante de lo que parece. Lo mismo que ser un roble, un lince, una rata, un buitre...
Para saber más. El cardo, en la Enciclopedia Galega universal de la Xunta.
asandovalrey@gmail.com es escritor y divulgador.