José Luis Ábalos tiene desde hoy el triste honor de ser el primer diputado en activo en la historia reciente de España que ingresa en la cárcel. Recordemos brevemente que fue ministro de Transportes en el primer Gobierno de Pedro Sánchez, hasta el 2021, fecha en la que fue destituido. Tres años después, al descubrirse un entramado de corrupción por la venta de mascarillas durante la pandemia del covid, el partido al que pertenecía, el PSOE, le pidió que renunciara a su escaño en el Congreso de los Diputados, pero él se pasó al Grupo Mixto del Congreso y dejó de pertenecer al Grupo Parlamentario Socialista. Poco después fue expulsado del partido.
Desde hace tiempo el Tribunal Supremo investiga si tuvo algo que ver con el entramado de las mascarillas, y esas indagaciones fueron desvelando cada vez nuevas irregularidades en su etapa como ministro e incluso antes. Desde que comenzó la investigación estaba en libertad con medidas cautelares que consistían en que debía presentarse en un juzgado cada quince días y en que no podía abandonar España, por lo que se le retiró el pasaporte.
Con el avance de la investigación, ayer el juez del Tribunal Supremo ordenó que ingresase en prisión provisional sin fianza, porque cree que hay muchas posibilidades de quiera escaparse de España para evitar ser juzgado y, casi con total probabilidad, condenado.
Con él fue encarcelado Koldo García, que fue su asesor cuando era ministro y que participó en el entramado de cobro de comisiones fraudulentas en el entramado de las mascarillas.