Su padre apunta a miembros de la Ejecutiva Federal y recomienda a su hijo que se presente a la reeleción
16 ene 2002 . Actualizado a las 06:00 h.La tormenta desatada por la filtración de la reunión secreta que mantuvieron el pasado verano el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el ex-secretario general del PSE, Nicolás Redondo Terreros, empujó a este último a denunciar que un sector de su partido ha emprendido una «campaña» contra él. Según dijo, esa «cacería» pretendería dinamitar su candidatura en el caso de que decidiera presentarse a la reelección. José Luis Rodríguez Zapatero trató de rebajar la tensión y ordenó a la dirección socialista que guarde silencio hasta que pase la tormenta. Sus acompañantes en el encuentro con Aznar en La Moncloa, su padre, Nicolás Redondo Urbieta, y el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, respaldaron la versión de Redondo Terreros y denunciaron que el revuelo causado por la noticia está cargado de «intencionalidad». El ex-secretario general de UGT dio un paso más y señaló directamente a «algún miembro de la Ejecutiva Federal» como el responsable de «una guerra sucia» contra su hijo para «cazarle como a un conejo». Redondo Urbieta reconoció que le recomendó que opte a la reelección. Una opinión que podría ser decisiva para Terreros, que admitió que lo que le diga su padre «tiene mucho peso». Enrique Múgica desveló que en el encuentro pidió a Aznar «mayor protección y seguridad para los socialistas» amenazados.