Dos exposiciones organizadas por Ifema analizan la historia de la Pasarela y la trayectoria de uno de sus creadores más importantes, Manuel Piña
21 feb 2003 . Actualizado a las 06:00 h.?a magia de la moda y del diseño continúa navegando por la ciudad gracias a dos exposiciones organizadas por Ifema con la intención de que «Madrid viva la moda». A lo largo de veinticinco años han desfilado por Pasarela Cibeles infinitas modelos ataviadas con magníficos diseños que han sorprendido al público por su originalidad, belleza y provocación.A modo de álbum de recuerdos, Cibeles 1985-2002 propone un recorrido histórico por las distintas ediciones de este prestigioso certamen, considerado la plataforma de la moda española, desde sus inicios hasta la actualidad . El colorido de Agatha Ruiz de la Prada, los aires flamencos de Vitorio y Luchino, la elegancia de Loewe o la vaporosidad de Francis Montesinos están reflejadas en las 70 imágenes que acoge la Casa de Vacas hasta el próximo 23 de febrero. Martina Klein, Inés Sastre, Judith Mascó, Esther Cañadas, Angela Molina, Laura Ponte y otras impresionantes mujeres derrochan toda su fuerza y belleza en estas imágenes de grandes dimensiones que cautivarán a los visitantes. A pesar de ser manchego, la vida y pasión de Manuel Piña siempre estuvo ligada a esta ciudad que le vió crecer como creador y con la que compartió su gran sueño: la Pasarela Cibeles. Diez años después de su pronta muerte a causa del sida, se le rinde un sentido homenaje a través de una interesante muestra en la que se recrea la magia que distinguió su trayectoria creativa. Consciente de que nació para «crear emociones por medio del diseño», en vez de ser torero o campesino como hubiera sido lo normal, se convirtió en el eslabón indiscutible de toda una generación, la de «la movida española». Sus vestidos, en los que siempre buscaba abrir nuevos caminos a la innovación y la creatividad reflejaban su famoso lema: «la moda se lleva, el diseño se siente». Qué mejor lugar que el Círculo de Bellas Artes, emblema del arte y la modernidad, para recuperar ochenta de sus diseños -hoy propiedad de del Ayuntamiento de Manzanares (Ciudal Real), su tierra natal y de particulares- considerados indispensables para conocer y comprender su obra. La maestría en el trabajo del punto, las formas de sus trajes, los tejidos ricos y variados e incluso los revolucionarios materiales utilizados, con los que siempre lograba sorprender, le reportaron continuos éxitos. Para que su legado no caiga en el olvido a partir del 26 de febrero, fecha en la que finaliza la exposición, se ha editado un catálogo que presenta una sucesión de fotografías con las colecciones de Manuel Piña para Cibeles.