Zapatero anuncia una «rebelión contra la precariedad» laboral para el otoño

C. Calvar VALENCIA

ESPAÑA

ÁNGEL MEDINA

Acusa a su antecesor, José María Aznar, de despreciar a los jóvenes que se manifestaron contra la guerra «Si fui capaz de traer las tropas, cómo no voy a traer el agua», dice en Valencia

05 jun 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

José Luis Rodríguez Zapatero anunció ayer que el próximo otoño pondrá en marcha un gran pacto social por la estabilidad en el empleo. Con esa iniciativa el Ejecutivo que lidera pretende encabezar «una rebelión contra la precariedad laboral», que padecen sobre todo los jóvenes. El presidente del Gobierno avanzó esta iniciativa en Valencia, donde participó en un acto político con José Borrell, cabeza de lista del PSOE a las elecciones europeas. Fue la novedad en un discurso plagado de referencias a Irak y al patriotismo de los socialistas, que describió como integrador y respetuoso con las nacionalidades y regiones que integran España. Ante 8.000 simpatizantes llegados de toda la Comunidad que le aclamaron con gritos de «¡Presidente, presidente!», explicó que la finalidad del acuerdo es «que los jóvenes puedan tener un horizonte de empleo estable, digno y con derechos». Y señaló que para llevarlo a efecto dialogará con empresarios y sindicatos, que espera le den su apoyo. Pero ahí no acabaron los compromisos. Aseguró que en pocas semanas verán la luz las primeras medidas de su programa para facilitar el acceso a una vivienda digna de los jóvenes y las personas con rentas más bajas. Será -dijo- una «movilización del suelo público» concertada con empresarios, constructores y cooperativas, para acabar con la incapacidad «de tantas familias en este país» de comprar una casa. País líder en cooperación Pidió Zapatero a quienes le votaron el 14 de marzo que apoyen al PSOE otra vez el 13 de junio para que España sea reconocida en el mundo «por defender la paz» y como país líder en cooperación al desarrollo. Se comprometió a imprimir a su política un impulso fuerte en esa materia, al objeto de llegar al 0,7 por ciento del PIB durante su mandato. «Este es un proyecto de cambio, progresista, que está en marcha y con fuerza», recalcó. Zapatero aseguró sentir «una pizca de ironía» cada vez que Rajoy dice que su Gobierno es débil. Preguntó al líder de la oposición si considera un Gabinete débil a aquel que el primer día, nada más llegar al poder, adoptó la decisión de repatriar a los 1.300 soldados que España tenía en Irak. Jóvenes y «No a la guerra» El momento más emotivo llegó cuando explicó las horas posteriores a su jura como presidente del Gobierno, en las que meditó en soledad su intención de replegar las tropas. «Pensé en muchas cosas que dije cuando encabezaba la oposición -comentó-. Pensé en la frase de la anterior ministra de Asuntos Exteriores [Ana Palacio], cuando dijo que ya se notaban los efectos de la guerra porque el petróleo empezaba a bajar de precio. Y pensé en tantos jóvenes y tanta gente de bien que solidariamente había salido a la calle diciendo 'No a la guerra'. Jóvenes -recordó- a los que vi llorar porque había un Gobierno que no les escuchaba y les despreciaba». El jefe del Ejecutivo destacó que España ha recuperado su orgullo y que los españoles pueden sentirse orgullosos y patriotas porque «hay un Gobierno que hace lo que la gente quiere que se haga». Al hilo, dijo que «no es patriotismo estar sometido a un Gobierno, por muy poderoso que sea», comentó en alusión a la política de seguidismo a EE.UU. que promovió Aznar. Opuso su concepto de patriotismo «al de la derecha», y recalcó que «el mejor español es el que menos presume de serlo. Es el que aspira a integrar, respeta y dialoga con las nacionalidades y regiones que forman parte de España». El presidente aprovechó por último que estaba en Valencia para lanzar un mensaje tranquilizador: «El Gobierno traerá el agua a Valencia» y lo hará «de forma diferente, más rápido, sin demagogia», y otorgará prioridad al «entendimiento con las regiones». «Si fui capaz de traer las tropas de Irak, que era difícil, cómo no voy a traer el agua a Valencia», remachó.