Mariano Rajoy sigue lanzando claros mensajes de que esta vez la renovación en el PP va en serio. Si tras ser elegido a dedo por Aznar se limitó a incluir en el equipo heredado e impuesto -Acebes, Zaplana, Mayor Oreja- a algunos de sus colaboradores, en esta ocasión habrá borrón y cuenta nueva en el Parlamento y en el partido. Rajoy no escucha ya ni a los medios que pretenden dictarle la política de oposición ni a la vieja guardia del PP. Tanto los llamados pata negra -procedentes de la extinta AP- como el resto de los veteranos de UCD y la democracia cristiana van a quedar arrinconados por mucho que protesten anónimamente en sus medios afines y minusvaloren a Soraya Sáenz de Santamaría. El malestar del anterior equipo de Zaplana, laminado de raíz, era ayer evidente. Y eso se tradujo en que a los candidatos del PP a los puestos en la Mesa del Congreso les faltaron ocho votos de su partido y a Ana Pastor, nombrada vicepresidenta, le faltaron dos. Es probable que ese resquemor se traduzca también en el rechazo a ocupar las presidencias de comisiones que se les ofrezcan para compensar la pérdida. De poder y de sueldo. Pero la rebelión no pasará de ahí.
Además de la vieja guardia, el relevo generacional impuesto por Rajoy ha afectado también a un recién llegado, Manuel Pizarro, cuyo desfondamiento parece no tener límites. Se habló de él incluso como relevo de Rajoy, luego estuvo en las quinielas como portavoz y después como portavoz adjunto. De momento, nada de nada. A lo más que puede aspirar ya es a ocuparse del área económica en el Congreso. Y ni siquiera eso está claro.
Perfil del nuevo PP
En la tarea de renovación del partido, el grupo parlamentario es el laboratorio del que sale la fórmula para pintar algo en el nuevo PP. A saber: ser joven, no haber sido del equipo de Aznar, tener imagen dialogante y ser muy trabajador. La primera con ese perfil fue Sáenz de Santamaría (36 años). El segundo, elegido ayer secretario general del grupo, José Luis Ayllón (37), diputado por Barcelona y estrecho colaborador de Gabriel Elorriaga en las tareas de comunicación. Como portavoces adjuntos estarán Cayetana Álvarez de Toledo (33), el ex alcalde de Vitoria Alfonso Alonso (40) y Fátima Báñez (40). Además, serán también portavoces adjuntos Arturo García Tizón (62), Jesús Merino (54), el ourensano Celso Delgado (50) y, por UPN, Santiago Cervera (43). La media de edad es de 44 años.
Las pistas de Rajoy apuntan a un profundo relevo en el congreso de junio. Y consolidan su afirmación de que esta vez se presentará con su equipo, sin hacer caso a recomendaciones de nadie. El primero en caer ha sido Zaplana, pero nadie duda de que los días de Acebes están contados. Los nombrados para el Parlamento tendrán bastante con sus ocupaciones. Así que para el partido habrá que mirar hacia personas con perfil similar. Ahí destacan sobre todo dos nombres. El gallego Alberto Núñez Feijoo, sin ningún tipo de ataduras a nadie y muy bien valorado por Rajoy, y Esteban González Pons, con el hándicap de ser un subordinado del valenciano Francisco Camps.