El Fiscal mantiene la petición de 5 años de cárcel para los militares acusados

EFE

ESPAÑA

Solicita también una multa y una pena de inhabilitación especial para cada uno de los tres acusados.

15 abr 2009 . Actualizado a las 20:43 h.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha mantenido hoy su petición de entre 5 y 4 años y medio de cárcel para los tres mandos militares que supuestamente identificaron erróneamente 30 de los 62 cadáveres de los militares fallecidos en el accidente del Yak-42 en Trebisonda (Turquía) el 26 de mayo de 2003.

El teniente fiscal Fernando Burgos ha elevado a definitiva su petición ante el juez de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, que lleva la vista oral que hoy se ha reanudado con la declaración de dos forenses turcos.

En su escrito, el fiscal pide 5 años de cárcel para el general de Sanidad Vicente Navarro y 4 años y medio para el comandante médico José Ramírez y el capitán médico Miguel Sáez por un delito continuado de falsedad documental.

Además de la pena de cárcel, el fiscal solicita también una multa y una pena de inhabilitación especial para cada uno de los tres acusados: de 30.000 euros y 5 años para Navarro y de 24.000 euros y 4 años y medio para Ramírez y Sáez.

Burgos también reclama indemnizaciones por daños morales de 25.000 euros para cada uno de los cónyuges, hijos y padres de los 30 militares cuyos cuerpos no se identificaron correctamente, una cantidad que de no poder asumirla los acusados deberá abonar el Estado en concepto de responsable civil subsidiario.

Como únicas novedades de su escrito, la fiscalía hace una descripción más detallada y mantiene calificación jurídica. Además incluye en el apartado de responsabilidad civil a la aseguradora Zurich España

Por otra parte, el forense turco Bülent Sam, que dirigió las labores de identificación de los 62 militares muertos en el accidente del Yak-42, ha afirmado hoy que el general Vicente Navarro, principal acusado de las erróneas identificaciones, estaba consciente, «pero olía a alcohol».

Así se ha pronunciado el forense turco al finalizar su declaración como testigo ante el juez Javier Gómez Bermúdez, de la Audiencia Nacional, donde ha comparecido durante más de tres horas.

Preguntado por el abogado de Navarro si notó una «actitud rara» de este general de Sanidad, Bulent Sam ha respondido que «estaba en condiciones, consciente, pero olía a alcohol. Y eso lo vio todo el equipo».

Previamente, el forense turco ha afirmado que los militares españoles, con el general Vicente Navarro al mando, insistieron en repatriar a España los 30 cadáveres sin identificar, porque, según dijeron, tenían que llegar al funeral que se iba a celebrar en España.

Sam ha asegurado que los jefes militares españoles les prometieron que terminarían los trabajos de identificación en España y firmaron el documento final.

Las autoridades españolas no quisieron tomar muestras de ADN porque tenían prisa por llegar al funeral, según ha insistido el forense turco