Un político metódico para la tarea más complicada

ESPAÑA

09 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

A Rodolfo Ares le gustan la pesca y los viajes (los dos más recientes, a Nueva York y Túnez), con los que trata de refugiarse del agobio del día a día. Dos aficiones a las que probablemente tendrá que renunciar en los próximos meses para hacerse cargo de la verdadera patata caliente del nuevo Gobierno vasco: la Consejería de Interior. Pero no será la dificultad del reto lo que arredre a este ourensano de 54 años (cumplirá los 55 en junio) con fama de metódico y de excelente organizador, que ha sido objeto directo de las amenazas de ETA.

Aunque despertó a la política a los 18 años, no ingresó en el PSOE y UGT hasta 1977. Su carrera pública la inició como concejal y teniente de alcalde de Bilbao, donde impulsó la elogiada transformación urbanística de la ciudad. Hombre de firmes convicciones socialistas, en 1989 dimitió como secretario de organización del PSE de Vizcaya por sus discrepancias con el entonces secretario general, Ricardo García Damborenea, que años más tarde acabaría apoyando a Aznar.

Nicolás Redondo Terreros lo recuperaría al año siguiente y, en 1997, lo ascendería a secretario de Coordinación y Acción Electoral del PSE. Cargo que mantendría, reforzado, con Patxi López. Desde 1994 es diputado autonómico y desde el año 2000, portavoz parlamentario.

Casado y con dos hijos, maestro industrial de profesión, a partir de ahora lo tendrá más difícil para hacer una de sus escapadas de dos o tres días a Ourense, como ha venido haciendo frecuentemente hasta ahora.